CARTÓN 88 Por una apuesta europea a favor de la sostenibilidad Ignacio Montfort, managing director de DS Smith Iberia Estamos en un momento crucial en el que todos tenemos que ser conscientes de la importancia del uso de materiales sostenibles en la industria. Desde un gran número de sectores, empresas y organismos trabajamos para impulsar el uso de envases sostenibles, en línea con el Pacto Verde y el Plan de Acción para la Economía Circular de la Unión Europea, que establece que todos los envases deben reutilizarse o reciclarse de forma económicamente viable para el año 2030. Por otro lado, vemos normativas que no se adaptan a esta línea de trabajo común y que pueden perjudicar enormemente el trabajo de muchos años de medidas para frenar el uso del plástico y las previsiones que tenemos de reducción para un futuro cercano. A finales de noviembre se votará en el Parlamento Europeo la propuesta de la Comisión de Medio Ambiente de un Reglamento sobre envases y residuos de envases (PPWR). Es ahora cuando tenemos que ser coherentes con nuestra política ambiental, tanto a nivel europeo como interna de las propias empresas, y no abrir la puerta a millones de toneladas de nuevo plástico. En estas semanas se han presentado diferentes enmiendas, pero no todas siguen la línea de mejorar la aportación a la sostenibilidad. De momento, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ya ha votado sobre las enmiendas en sentido positivo, pero todavía estamos pendiente de la votación final del Parlamento el próximo 20 de noviembre. Hay que analizar las consecuencias no deseadas de la reutilización. A pesar de sus buenas intenciones, el PPWR puede tener consecuencias no deseadas, especialmente en lo que se refiere a la obligatoriedad de reutilización del cartón, un material que a menudo no es adecuado para múltiples reutilizaciones. Hay muchas posibilidades de que las disposiciones sobre reutilización de los envases de transporte aumenten el impacto negativo de los envases en el medio ambiente, yendo en contra de los objetivos del propio reglamento y del espíritu del Pacto Verde. Si se aceptan, estas enmiendas alejarían la utilización de los materiales de embalaje con mayor tasa de reciclaje y se acercarían a alternativas plásticas, incorporando una mayor economía del plástico en el mercado. La Federación Europea de Fabricantes de Cartón Ondulado (FEFCO) calcula que estas enmiendas inundarían la cadena de suministro con hasta 8.100 millones de nuevas cajas de plástico que pesarían 12 millones de toneladas. Algunas de estas consecuencias son muy evidentes. La primera, una mayor necesidad de espacio de almacenamiento, ya que los sistemas de reutilización requieren guardar envases vacíos de plástico, lo que es menos eficiente y ocupa más espacio que los envases de cartón. También hay que tener en cuenta que se requieren transportes adicionales. Los envases reutilizables deben devolverse después de su uso, lo que significa que habrá más camiones en las carreteras simplemente transportando envases vacíos lo que provocará una mayor congestión de las carreteras y mayores emisiones de CO2. El tercer punto son los mayores riesgos higiénicos que comporta para los productos frescos, al ser necesario el lavado de los envases reutilizables entre cada uso, lo que podría aumentar el consumo de agua -el cartón ondulado no necesita ser lavado, y además ayuda a evitar pérdidas y desperdicios de alimentos. Por último, el plástico conlleva una mayor dependencia de los recursos fósiles. Los objetivos de reutilización favorecen por defecto los envases de plástico sobre los de cartón ondulado. La industria de este cartón estima que, para reemplazar sus embalajes de transporte, la industria del plástico necesitará producir 12 millones de toneladas adicionales, casi el doble de la cantidad de embalajes de plástico
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