CODIFICACIÓN 51 densar toda la información obligatoria, como por ejemplo datos nutricionales, consejos de consumo, la lista de ingredientes o enfoques sostenibles. En este sentido, la regulación implica un aumento de costes para los elaboradores de vino ya que tendrán que modificar sus etiquetas y añadir esta nueva información. ¿Cómo ayuda Markem-Imaje a ello? El aspecto económico es importante, pero no olvidemos que muchas empresas también han adquirido un compromiso con la sostenibilidad de su modelo de negocio. En Markem-Imaje ayudamos a cumplir con ambos objetivos. Disponemos de varias tecnologías, como por ejemplo la impresión láser que prescinde del uso de tintas. Para las empresas que optan por la inyección continua de tinta (CIJ), el termotransfer (TTO) o la tecnología Print & Apply, nuestras soluciones minimizan el impacto ecológico gracias al uso de consumibles que son respetuosos con el medio ambiente. Todas nuestras soluciones se desarrollan con el objetivo de optimizar la eficiencia de la codificación. El principal desafío de esta nueva normativa es su implementación ya que, como decíamos, las bodegas tendrán que asumir el gasto del cambio en sus etiquetas. ¿Cómo recomendarían empezar este proceso? Ante todo, el fabricante y el embotellador deberían saber qué tecnología de impresión deben aplicar para conseguir sus objetivos de calidad y de costes en cuanto al etiquetaje. Es importante entender qué inversión es necesaria y qué resultados va a traer a medio plazo. La composición exacta de los vinos puede cambiar durante su producción, durante el embotellado y durante el almacenamiento. Por ello, desde Markem-Imaje proponen la impresión de códigos QR directamente en la línea de producción de cada vino y no de forma general en toda la producción. ¿Qué ventajas tiene este sistema? Este sistema ofrece más flexibilidad y ayuda a mejorar la exactitud de los datos que se incluyen, ya que la impresión del código se produce en un momento tardío de la cadena de suministro. De esta manera, cada etiqueta representa la botella individual que el consumidor tendrá en su mano y no información genérica sobre el lote completo.
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