ENTREVISTA 57 mos el negocio de la fabricación de moldes. Allí, en la planta china éramos socios, aquí, en esta planta, eran sólo cliente. En 2009 nos vimos obligados a quedarnos con su parte de la planta china. De esta forma pasan a ser moldistas e inyectadores… Así es. Teníamos una planta de inyección en China, pero nosotros vivíamos aquí. En 2014, que ya veíamos que la inyección en el país asiático comenzaba a no ser rentable porque el 99% de nuestros clientes eran españoles, italianos o franceses y los costes de transporte comenzaban a encarecerse, Giravi entró en liquidación. Nos adjudicamos la unidad productiva y en seis meses trajimos aquí todos los proyectos de inyección que teníamos en marcha en China, con la dificultad que ello supuso: traslados por avión y barco, de moldes, de planta… Allí quedó una fábrica donde tenemos aún 10 máquinas que hacen pequeñas preseries, pruebas de molde, taller de moldes… ¿Qué capacidad de producción de moldes tenían en China? En 2006 fabricábamos 150 moldes al año. Por aquel entonces teníamos un equipo de cinco ingenieros pero no podían controlar todos los detalles y en el molde, el secreto está precisamente en el detalle. Creamos un equipo para fabricar moldes y fuimos invirtiendo hasta tener varias máquinas CNC y 12 de electroerosión. Ahora todos los moldes los fabricamos en nuestra planta desde 2008. Decía que se hicieron cargo de Giravi. Sí. Seguíamos con el negocio de los moldes y habíamos trasladado la inyección aquí, pero hasta 2017 no fuimos los dueños absolutos, que fue cuando compramos las acciones de un antiguo socio. Constituimos un grupo: Etow produce moldes y NG fabrica piezas. Este binomio funcionó muy bien hasta que el año pasado uno de nuestros proveedores, Plastcolor, dedicado a la decoración de plásticos, nos traspasó el negocio por jubilación. Así que ahora damos mucho más servicio a nuestros clientes porque les podemos hacer hasta la decoración. ¿Venden sus moldes en España? Sí, tenemos clientes en España y Francia. Allí tenemos una filial, Etow Francia, que vende moldes y piezas. Exportamos a varios países, incluso a República Dominicana. ¿Cómo era la inyección de plásticos entonces? ¿Con qué medios se contaban? Giravi empezó en 1946 con Joan Giralt, que comenzó en el taller debajo de su casa. Inyectaba baquelita por palanca. Montó esta nave a principios de los setenta y trasladó las máquinas desde su taller hasta estas instalaciones de Sant Pere de Ribes en las que nos encontramos. Después le sucedió su hijo. Es una de las empresas pioneras del sector de los plásticos en Cataluña. Nosotros les conocimos porque comenzamos a venderles moldes. Era una de las mejores empresas que había visitado. Actualmente en NG Plastics tenemos personal con mucha experiencia que trabajaban con ellos. En su cartera de clientes tenían importantes laboratorios farmacéuticos y marcas como Roca, Germans Boada o Procter and Gamble. Era una empresa muy interesante pero tenía un parque de máquinas antiguo que hemos tenido que renovar. ¿Cuál es el valor añadido de NG Plastics? La inversión en maquinaria que hemos realizado en los últimos tres años nos ha dado una ventaja competitiva. Especialista en soluciones para packaging. Piezas para Ariel Blusens.
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