TP19 - Tecno Pack

IMPRESIÓN DIGITAL en bobina, Kodak presume de ser el único que alcanza una velocidad de 300 m/min, con una resolución de 600 ppp en anchura; en concreto, en bobinas de 650 mm y utilizando la tecnología Stream, que desarrolla en colaboración con integradores como Uteco. Esta empresa estadounidense, que publicita costes operativos “muy competitivos” en comparación con la electrofotografía, ha anunciado para la próxima Drupa una resolu- ción de 1.200 ppp con su tecnología Ultrastream. Pero, sobre todo, su velo- cidad de impresión es lo que le abre la puerta a competir directamente con los procesos tradicionales. “Hemos calculado que, hasta 20.000 metros cuadrados, interesa utilizar la inyec- ción de tinta. A partir de ese punto, la flexografía es más rentable”, ha declado Dan Denofsky, director de asociaciones con OEM de la división digital de Kodak. Para poner esta afirmación en con- texto, hasta hace poco el punto de corte entre las curvas de la tecnología digital y la convencional se situaba en torno a los 10.000m 2 . En las tecnologías hoja a hoja, podría estar en las 10.000 hojas (muchos sitúan este punto en 5.000 hojas a día de hoy). El equilibrio actual de la industria empieza a gravi- tar a medida que la impresión digital —que durante mucho tiempo se había visto confinada a pequeñas tiradas de impresión— evoluciona hacia tiradas más largas y trabajos de impresión cada vez más grandes. Uno de los motivos de este cambio de paradigma es que el mercado ha dejado de ser un coto cerrado de especialistas. La entrada en la tecnolo- gía digital de los grandes fabricantes tradicionales, como Koenig & Bauer, Heidelberg o Bobst, ha propiciado una oferta más diversificada, una mayor competencia y precios más bajos. Pero, sobre todo, la entrada de estos fabricantes generalistas ha favorecido el desarrollo de conocimientos y sis- temas de control aplicados a tiradas medianas y largas. Imprimir en sí no lo es todo: para que una máquina vaya deprisa, también hay que saber cómo sujetar y arrastrar la hoja o el carrete... y los grandes fabricantes de prensas saben perfectamente cómo se hace. La tercera razón por la que pensa- mos que la tecnología digital seguirá desarrollándose es debido a los proce- sos de embellecimiento y conversión. Cuando hablamos de etiquetas o envases, con frecuencia los clientes exigen de dorados y gofrados. Buenos ejemplos de ello son las industrias de perfumería y de artículos de lujo. También podemos verlo en los mer- cados de masas, si nos fijamos en determinadas etiquetas de cerveza o en los envases de dulces de alta gama. Pronto se añadirán hologra- mas y marcas invisibles, no solo por una motivación estética sino tam- bién como un medio para combatir la falsificación y el negocio paralelo. Algunos mercados, como el farma- céutico o el del tabaco, son muy exigentes en este sentido. Es posible que pronto sea necesario imprimir antenas RFID con tintas metálicas para mejorar la experiencia del envase y de la marca, y para ofrecer una comunicación superior a la que ofrecen actualmente los códigos QR. No se puede pasar por alto que los envases que podemos ver hoy día ya se han enriquecido con una gama muy interesante de tecnologías de empresas como Scodix y MGI, que mejoran digitalmente los envases de sus clientes con efectos visuales y táctiles (relieves, colores metaliza- dos, barnices 3D)... y a velocidades de 4.000 a 5.000 hojas por hora. En los procesos de corte y plegado, Highcon hace lo mismo con un proceso que alcanza las 5.000 horas/hora. Aunque todavía no son una realidad, no es arriesgado pronosticar a corto plazo la aparición de líneas completas donde el material —film, papel, car- tón complejo o corrugado en hoja o bobinas— se imprime, se embellece y después se corta sucesivamente, en el entorno de un proceso 100% digi- tal. Sería crucial que estos procesos resulten económicamente viables para tiradas por debajo de 20.000 m2 o 20.000 hojas. Por encima de ese volumen, seguirán siendo más viables las tecnologías de flexogra- fía u offset. Con todo, esta revolución en la pro- ducción de envases exigirá que los transformadores de envases revisen toda su cadena de suministro. Con tiradas de impresión cada vez más diversificadas, ya sean pequeñas, medianas o grandes, será preciso adoptar muchos flujos, materiales, consumibles y productos acabados muy distintos de lo que conocemos en la actualidad. Por supuesto, harán falta inversiones en TI y en profe- sionales con nuevas destrezas. En definitiva, hará falta una gestión del cambio integral, tanto por parte de los transformadores como de sus clientes. n Los consumidores individuales son cada vez más exigentes y hay que ofrecerles productos que se ajusten a sus necesidades. Esta revolución en la producción de envases exigirá que los transformadores de envases revisen toda su cadena de suministro 50

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