AILMENTACIÓN 56 Estos datos, a priori interesantes, no se corresponden con las posibilidades prácticas debido a la presencia del dipéptido γGlutamyl-S-Ethenyl-Cysteine (GEC), FBA que se encuentra en los cotiledones, con un 11,6% de azufre (S) en su composición. En consecuencia, el ALB tiene una cantidad de S en la semilla que varía de 0,28 a 0,37%, mayor que en otras leguminosas incluido el guisante (S = 0,18%) (Enneking et al., 1998). El porcentaje de GEC depende de la variedad, de las condiciones del cultivo y de la composición en S del suelo, con un rango de 0,4 a 3,8% (Berger et al., 2003). El nivel elevado de S es el responsable de los sabores y olores desagradables; incluir ALB en el pienso con cantidades elevadas de GEC empeora la palatabilidad y, en consecuencia, disminuye el consumo. ENSAYOS EN EL CENTRO DE PRUEBAS DE PORCINO En pruebas con cerdo blanco (lechones y cerdos de cebo), niveles hasta el 10% de alberjones en el pienso pueden favorecer el consumo, mejorando o igualando los resultados productivos en relación con dietas estándar basadas en soja; inclusiones más elevadas provocan una disminución de consumo y del crecimiento. En cualquier caso, siempre se debe valorar, previamente, la cantidad de GEC de la semilla que se va a utilizar, para evitar un bajo consumo (Gómez Izquierdo et al., 2018). En relación con el cerdo Ibérico, la norma de calidad del mismo (RD 4/2014) obliga a que los animales de cebo (cruzados 50%) tengan, al menos, una edad al sacrificio de 10 meses y un peso de canal de 115 kg, que lo alcanzan cuando el peso vivo se acerca a los 150 kg. Para llegar a los 10 meses de vida, ralentizando el crecimiento y evitando un engrasamiento excesivo, se han empleado diferentes estrategias: concentrar la dieta energéticamente, diluirla aumentando el volumen con más fibra o racionar, todas con resultados limitados. El empleo de leguminosas locales como materia prima para piensos porcinos es de interés por motivos evidentes: son alternativas proteicas a la soja, materias primas sostenibles, fuentes de biodiversidad y presentan factores bioactivos en su composición con funciones muy diversas. El ALB, como ya se ha indicado previamente, tiene un factor bioactivo específico: el γGlutamyl-S-Ethenyl-Cysteine (GEC) que, en cantidades inadecuadas, puede afectar a la palatabilidad del pienso. Gráfico 1. Evolución del crecimiento de cerdos ibéricos según el porcentaje de alberjones en el pienso. Porcino Ibérico cruzado alimentándose Cerdo ibérico cruzado (Centro de Pruebas de Porcino).
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