TO6 - Tierras Porcino

ALIMENTACIÓN 47 Alejandro de Vega El mercado de materias primas agrarias está evolucionando en consonancia con los criterios de calidad y los estándares productivos que demanda la industria agroalimentaria. Las empresas del sector no son ajenas a las preferencias de los consumidores, como tampoco lo son a las tensiones geopolíticas y los condicionantes climáticos que afectan a las cosechas y, por tanto, al flujo de mercancías en unos canales de comercialización plenamente interconectados en la actualidad. Para desbrozar el complejo sistema donde se opera con las commodities agrícolas y arrojar luz sobre lo que está por venir, acudimos a los expertos de Aestivum, encabezados por su directora, Mercedes Ruiz. El objetivo de nuestras malterías sería poder abastecer el 100% de la demanda con cebada española, pero en un año de sequía como el pasado y con problemas de calidad en muchas zonas esto no ha sido posible. Se ha tenido que importar, por lo tanto, cebada de otros países de Europa (Alemania, Francia...). La situación de la cebada en Europa, donde la producción cayó un 15% y el consumo sólo se redujo un 6% respecto a la campaña anterior, ha dejado la situación bastante ajustada, haciendo que los malteros y cerveceros se hayan visto forzados a depender de las reservas que acumularon durante la campaña 2022/23. La abundante producción de cebada cervecera de invierno ha ayudado a compensar la escasez de cebada de primavera, así como la caída de más del 53% de las exportaciones debido a la competencia de la cebada maltera argentina, canadiense y australiana. Pero a pesar de ello, los inventarios finales siguen en déficit para la campaña 2023/24. Esto ha hecho que se hayan llegado a pagar primas tan altas en Europa como 130 eur/ tm para la cebada de primavera y 30 eur/tm para la de invierno, con un diferencial entre ambas que se ha mantenido muy elevado toda la campaña. Estas primas tan altas, indican la falta de disponibilidad de cebada maltera. Esperamos que la cosecha de cebada en España mejorará sustancialmente (de 3,5 millones de toneladas en el 2023, se habla de 8 millones para el 2024) y por lo tanto todo apunta a que las primas no serán tan elevadas, aunque todavía desconocemos si las calidades van a ser las adecuadas, tanto aquí como en Europa, y no sería la primera vez que exportamos cebada. En el caso de los cereales con sello ecológico, ¿es factible su cultivo y comercialización a gran escala en países como España? Es factible, aunque conlleva un aumento de costes en insumos y/o un cambio en las prácticas agrícolas (agriLa certificación de cereales como garantía de calidad de las materias primas utilizadas en panadería o en la industria cervecera es una tendencia que parece ganar peso en el mercado. ¿En qué medida el sector productor español puede beneficiarse de esta nueva demanda y retener el valor añadido de las cosechas en los mercados globales de commodities agrícolas? Los cereales de 'calidad' y con unas propiedades específicas para algunos usos (cebadas de maltería, trigos harineros, cereales ecológicos, trigos duros para hacer sémolas), bien seleccionados y trazados, pueden recibir primas importantes en nuestros mercados, según la situación de la oferta, ante una demanda que no deja de crecer. No hay que olvidar que el mercado español está íntimamente ligado al de importación, y que nuestro precio siempre va ligado a los precios de reposición (el precio de lo que me costaría 'reponer' una determinada mercancía). Sin embargo, el tener el cereal 'a mano', cuando hay problemas logísticos nos trae muchas veces posibilidades de percibir también una prima de disponibilidad. Este mercado de calidad ha supuesto importantes oportunidades en años anteriores por ejemplo para los trigos duros, en años que hemos visto estropearse la cosecha de Canadá (principal exportador mundial). En concreto, ¿qué oportunidades ofrece el mercado para producciones alternativas como la cebada para maltería? ¿Cuál es la demanda y qué potencial de crecimiento tiene este mercado en nuestro país? Las cebadas de maltería suponen un consumo de unas 700-750 mil toneladas en España, de cebadas de unas variedades y unas calidades específicas para el proceso (el grano de cebada germina y se tuesta para convertirse en malta). Para ello requiere tener un calibre, una capacidad germinativa y una determinada proteína, por lo que los productores y acopiadores perciben una prima sobre la cebada pienso.

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