TO4 - Tierras Porcino

36 INNOVACIÓN vación y certificado por organismos especializados. Este sistema garantiza la mejora continua y la búsqueda de valor añadido y excelencia, impulsando la producción desde el respeto al bienestar de la pieza central del sector. Esta mejora continua es la razón de ser del proyecto HAI_4.0, planteado para dar respuesta a la necesidad de estandarizar y optimizar la evaluación y control del bienestar animal, digitalizando la respuesta a indicadores de pérdida de bienestar y analizando las variables que pueden desencadenarlos, para su precisa y continua monitorización y prevención como fin último. • Objetivos y metodología proyecto La metodología HAI_4.0 se basa en la utilización de la inteligencia artificial para analizar el comportamiento animal frente a la presencia de un humano. Este comportamiento derivado de la interacción es descrito como uno de los indicadores representativos del estado de bienestar del animal. Uno de los objetivos de esta metodología es incrementar la calidad de la relación mediante la introducción de refuerzos positivos y acciones conocidas como anti-estresantes y a su vez minimizar los factores promotores de estrés. Para ello, el proyecto HAI_4.0 analiza las interacciones entre los animales y sus cuidadores mediante visión artificial con análisis Machine Learning sobre el que se integrará la evaluación de los diferentes factores que afectan la reacción de los animales, con el objeto de identificar y discriminar la influencia de diferentes variables del entorno y producción para garantizar el bienestar animal. • Resultados esperados La digitalización en la detección del estado de estrés de los animales puede posibilitar la construcción una base de datos con información suficiente para identificar las causas y variables que desencadenan reacciones de estrés, con el objetivo final de prevenir su desencadenamiento, mejorando las condiciones ambientales y de relación con los operarios en las granjas. La consecución de este objetivo permitirá la optimización y estandarización de la evaluación cualitativa y cuantitativa de la calidad de las relaciones humano-animal que actualmente describen los Welfare Quality® protocols, complementando y maximizando la viabilidad, fiabilidad y eficacia de las evaluaciones. A este efecto, se plantea como uno de los objetivos complementarios del proyecto el establecer un sello acreditativo “HAI Friendly” o “Interacción Humano Animal amigable”. El sistema resultante tiene las características clave de resultar no invasivo, cuantificable, estandarizado y potencialmente replicable a otras necesidades del sector, como la necesidad de monitorización de indicadores de enfermedad en los animales para optimizar el control sanitario. PROYECTO LIFE GREEN AMMONIA El ejemplo representativo de innovación al servicio de la sostenibilidad medioambiental, orientado a la reducción de emisiones de amoniaco al medio, es el proyecto LIFE Green Ammonia. Este se nutre de los fondos europeos del Programa LIFE, el instrumento financiero de la UE que apoya proyectos de medio ambiente, conservación de la naturaleza y acción climática desde 1992. Dentro de la agrupación que participa en el proyecto figuran dos entidades vinculadas a i+Porc: el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) como socio tecnológico y la empresa Agrocesa, vinculada a Vall Companys, socio productor de i+Porc. El resto de la agrupación la componen como coordinadora la Universidad de Valladolid y la Fundación General de la Universidad de Valladolid (FUNGE) y las empresas porcinas Agropormanso y Quinta Do Vale Junco, esta última de Portugal. • Necesidad sectorial de reducción de emisiones El amoniaco (NH3) es uno de los principales contaminantes del aire y precursor secundario de partículas nocivas en combinación con otros compuestos de la atmósfera. Además, es un acidificante de suelo y agua, promoviendo fenómenos como el de la eutrofización, que sucede cuando una masa de agua recibe un aporte excesivo de nutrientes como el nitrógeno, lo que resulta en una pérdida de calidad del agua. Como se indicó en el Protocolo de Gotemburgo, tratado internacional sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia de la CEPE/ONU e iniciado hace 40 años, es necesario establecer «un código marco de buenas prácticas agrícolas para reducir las emisiones de amoníaco». Intenciones que fueron reforzadas por el Acuerdo de París de 2015 enmarcado en las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y, más recientemente, por la agenda europea 2030 de reducción de emisiones, con las consiguientes normativas derivadas como la Directiva 2016/2284/CE sobre Techos Nacionales de Emisión de determinados contaminantes atmosféricos.

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