TO4 - Tierras Porcino

ALIMENTACIÓN FRUTOS Algunos estudios etnobotánicos mencionan variedades de peras (Pyrus communis) (Granzow de la Cerda, 1993; Alonso Verde et al., 1998) y de manzanas (Malus pumila) cultivadas sólo para los cerdos (Alonso Verde et al., 1998), pero al igual que con los productos hortícolas los cerdos pueden aprovechar cualquier fruto y su contenido en azúcares favorece su conservación en mezclas de ensilaje. Algunos de esos frutos son los higos de higuera y los higos chumbos. FORRAJES ARBÓREOS Forrajeramente los árboles se pueden clasificar en reservas permanentes de forraje (árboles de hoja perenne) y en reservas estacionales (árboles de hoja caduca), que suelen ser los más utilizados con los cerdos. Rodríguez-Estévez y Mata-Moreno (2007b) indican que en España los cerdos se han alimentado con las hojas de olmo (Ulmus minor), majuelo (Crataegus monogyna), álamo (Populus alba), lameira (Ulmus glabra) y cerezo (Prunus avium), entre otros árboles y arbustos. En Asturias se han utilizado incluso para alimento humano las hojas tiernas del majuelo y del fresno (Fraxinus excelsior) en ensaladas, por lo que también las podría aprovechar el cerdo. Hay especies de otras latitudes que pueden ser de interés para monogástricos como el naceder ( Trichanthera gigantea) o el género Urera (Sarría, 2003). Desde el punto de vista de su valor nutritivo el valor suplementario del ramón es muy interesante por ser más rico en oligoelementos que la hierba, ya que las raíces de los árboles pueden extraer nutrientes de capas más profundas del suelo. Para su uso como forrajes, se pueden plantar diversas especies en lindes, setos vivos etc. como desde tiempo inmemorial se ha hecho plantando fresnos, chopos, olmos y moreras en las proximidades y caminos de entrada a muchos pueblos, aldeas o fincas. En el aprovechamiento forrajero de los árboles hay que considerar: la densidad o distancia de plantación; el cambio de las épocas de corta, poda u oliva de las especies de hoja caduca, que deben pasar a hacerse en primavera o verano; la frecuencia y la forma de las podas; si el consumo es en fresco o con las hojas más o menos desecadas (por ejemplo las hojas del abedul en verde son amargas y el ganado las come mejor desecadas), o la mayor apetecibilidad de determinadas hojas cuando están más o menos trituradas); si la conservación será in situ (en pilas o sobre las horquillas de los mismos árboles, con las hojas orientadas al sur), en pajares o establos o ensiladas. En el aspecto legal hay que tener en cuenta la protección de determinadas especies, las fechas y diámetros autorizados de poda. Rodrigáñez (1949) realizó una interesante revisión al respecto de los árboles forrajeros de interés para España; aunque no está centrado en el cerdo. RAÍCES Y TUBÉRCULOS Diversos autores proponen el empleo de zanahorias (Daucus carota L.), patatas (Solanum tuberosum L.) y nabos (Brassica rapa L.) para el engorde de los cerdos (por ejemplo, López Palazón, 1960), la procedencia puede ser de cultivos ex profeso o de excedentes y destríos. Cerdo alimentándose de hierbas adventicias 32

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