TO4 - Tierras Porcino

27 ALIMENTACIÓN Como ocurre con el resto de concentrados utilizados en la alimentación porcina, el precio del pienso para engorde en ibérico subió de forma desmesurada desde mediados de 2020 a mediados de 2022, ya que el precio evolucionó de 230,32 a 435,39 euros por tonelada, lo que significa una subida porcentual del 89%. Desde entonces, ha bajado un 27,9%, hasta situarse en los 313,86 euros por tonelada de los últimos precios oficiales. Muy similares son las cifras en el caso de la terminación para cerdo ibérico, ya que el precio en el pasado mes de octubre era de 306,77 euros por tonelada, con una reducción del 27,9% respecto a los 425,29 euros por tonelada de octubre de 2022. Aunque se recuperan las cotizaciones del último trimestre de 2021, los precios actuales continúan siendo aún muy superiores al año 2020, en el que se sitúa el inicio de la subida de precios que marca la convulsión actual en el mercado. El pienso compuesto para cerdas en lactación de la raza ibérica tiene la particularidad de que es el concentrado con el precio más alto para el porcino ibérico. En octubre de 2022 llegó a alcanzar los 445,08 euros por tonelada, situación desde la que se ha reducido un 24,9% para situarse en los 334,09 euros por tonelada actuales. PERSPECTIVAS DE FUTURO La FAO ha mantenido su pronóstico sobre la producción mundial de cereales en 2023 en 2 819 millones de toneladas, lo que aún representa un incremento del 0,9 % (26 millones de toneladas) respecto de la producción del año anterior. Se prevé que la producción mundial de trigo en 2023 ascenderá a 785,1 millones de toneladas, prácticamente sin variaciones respecto del mes pasado y un 2,2 % (18 millones de toneladas) por debajo del nivel del año pasado. Se efectuaron revisiones a la baja de los pronósticos relativos a la producción en los casos de la Unión Europea (UE) y Kazajstán, donde períodos prolongados de condiciones atmosféricas desfavorables a finales de la campaña dieron lugar a unos rendimientos inferiores a los previstos anteriormente. Estos recortes han compensado los aumentos en los pronósticos sobre la producción para Iraq y los Estados Unidos de América, como consecuencia de unos cálculos del rendimiento más elevados. La producción mundial de cereales secundarios se estima en 1 510 millones de toneladas en 2023, quedando invariada respecto del mes anterior y un 2,7% (38,8 millones de toneladas) por encima de la producción del año pasado. Sin embargo, ha habido varios cambios significativos a nivel nacional. La principal revisión de este mes se refiere a China, donde se añadieron cuatro millones de toneladas al pronóstico relativo a las cosechas a raíz de unas siembras superiores a lo que se había previsto anteriormente. También se han incrementado los pronósticos sobre la producción de la mayoría de los países de África occidental, en consonancia con los datos oficiales publicados recientemente. Estas revisiones al alza contrarrestaron los importantes descensos de los pronósticos relativos a la producción de maíz y sorgo en los Estados Unidos de América, ante la persistencia de las condiciones atmosféricas desfavorables, y en la UE, donde las perspectivas de rendimiento del maíz han disminuido a causa de las condiciones secas en las zonas orientales. En cuanto a 2024, la siembra de trigo de invierno está en marcha en todo el hemisferio norte y se espera un aumento limitado de la superficie, a causa de los precios más bajos de los cultivos este año. En los Estados Unidos de América, las condiciones de sequía se han disipado parcialmente en los principales estados productores y, con la previsión de que se produzcan precipitaciones superiores a la media en los próximos meses, parece que las condiciones atmosféricas serán más favorables en las etapas iniciales de la cosecha de 2024; al mes de octubre, la siembra ha avanzado a un ritmo promedio. En la UE, las condiciones más secas y cálidas, en comparación, favorecen la siembra de la cosecha de trigo de invierno, que ya está próxima a concluirse en los países septentrionales. En Ucrania, prosiguen los efectos de la guerra, como el acceso limitado a los campos y los precios bajos en la explotación, lo cual, junto con unas condiciones atmosféricas que distan de ser ideales, se considera provocará una reducción de la superficie de trigo. En la India, gracias a los altos precios internos, se prevé que la siembra de trigo supere a la del año pasado, mientras que la disponibilidad suficiente de agua para el riego debería favorecer las buenas perspectivas de rendimiento. En el Pakistán, se prevé que la superficie de trigo estará muy por encima del último promedio quinquenal en un contexto de precios internos récord, mientras que el buen suministro de semillas de calidad, fertilizantes y herbicidas es un buen augurio para los rendimientos. En China, las siembras de trigo podrían aumentar ligeramente este año, sobre la base de unas expectativas de mejora de la demanda interna de trigo. En los países del hemisferio sur se está llevando a cabo la siembra de los cultivos de cereales secundarios de 2024. En el Brasil, los primeros indicios apuntan a una reducción de alrededor del 5% de la siembra de maíz, ya que la relación costo-precio está favoreciendo a la soja. En la Argentina, las perspectivas iniciales apuntan a un ligero descenso interanual de la superficie de maíz en 2024, en un contexto de disminución de las precipitaciones en la primera campaña que está dificultando la siembra. En Sudáfrica, las expectativas iniciales apuntan a un pequeño repunte de la siembra de maíz en 2024, mientras que el fenómeno de El Niño, generalmente asociado a unas condiciones atmosféricas más secas y calurosas que la media, supone el riesgo de que disminuyan los rendimientos en Sudáfrica y los países vecinos. n

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