TRANSFERENCIA 29 Figura 2. Índices de diversidad α en porcino ibérico en función de la edad y el tratamiento materno. C60: lechones nacidos de madres controles de 60 días de edad; C180: lechones nacidos de madres controles de 180 días de edad; T60: lechones nacidos de madres suplementadas con aceite de linaza e hidroxitirosol de 60 días de edad; T180: lechones nacidos de madres suplementadas con aceite de linaza e hidroxitirosol de 180 días de edad. Figura 3. Especies (A) y géneros (B) con mayor abundancia diferencial en muestras de microbiota fecal entre lechones de madres suplementadas con aceite de linaza e hidroxitirosol (verde) o controles (azul) a los 60 días de edad. Figura 4. Especies con mayor abundancia diferencial en muestras de microbiota fecal entre lechones de madres suplementadas con aceite de linaza e hidroxitirosol (verde) o controles (azul) a los 210 días de edad. A los 60 días de edad, entre las especies con mayor abundancia en los lechones nacidos de madres suplementadas con aceite de linaza e hidroxitirosol comparado con los nacidos de madres controles cabe destacar Prevotella spp. RS2 y Lactobacillus pontis, y géneros como Erysipelotrichaceae UCG-009, Candidatus Stoquefichus, Akkermansia y Tyzzerella 4 (figura 3). Las bacterias pertenecientes al género Prevotella en porcino se han relacionado positivamente con la ingesta y la conversión de alimento y la ganancia de peso (Mach et al., 2015; Ramayo-Caldas et al., 2016; Yang et al., 2018), aunque en este caso, los lechones C y T tuvieron pesos similares a esta edad (Heras-Molina et al., 2020). En concreto Prevotella sp. RS2 se ha relacionado con un mayor contenido en grasa subcutánea, en consonancia con el mayor contenido graso de los lechones de madres suplementadas (Heras-Molina et al., 2020). Cabe destacar también la importancia del género Akkermansia. Este fue más abundante en los lechones T, y se ha relacionado con estados antiinflamatorios, lo que coincide con el mejor estatus metabólico de estos lechones (Fernandes Rodrigues et al., 2022; Heras-Molina et al., 2020). Por otro lado, a esta edad el grupo C mostró sobreabundancia del género Pasteurella, con varias especies patógenas en porcino (Huang et al., 2022), aunque también se ha relacionado positivamente con la deposición de grasa visceral, algo que no fue medido en estos animales (Wang et al., 2022). A los 210 días de edad, los lechones T mostraron mayor abundancia de especies pertenecientes al género Selenomonas, que en vacuno se ha relacionado con la digestión de la fibra (Yin et al., 2021). Los lechones C mostraron mayor abundancia de Brachyspira innocens y de especies pertenecientes a los géneros Cloacibacillus, así como del género Cerasicoccus (figura 4). Mientras que bacterias pertenecientes al género Brachyspira se relacionan con inflamación y diarrea (Carranza et al., 2021), Cerasicoccus está relacionado con la composición en ácidos grados del tejido adiposo, en concreto con mayores niveles de ácido oleico y menores de ácido palmítico (Sebastiá et al., 2022), aunque en estos animales no se vieron diferencias significativas en estos ácidos grasos (Heras-Molina et al., 2020). Por tanto, la suplementación materna afectó a la composición del microbioma fecal de la progenie, con posibles efectos beneficiosos sobre especies relacionadas con el crecimiento y la digestibilidad de los nutrientes.
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