TO3 - Tierras Porcino

TRANSFERENCIA 26 La importancia de la nutrición materna en el desarrollo de los lechones EFECTO DE LA SUPLEMENTACIÓN MATERNA SOBRE LA MICROBIOTA DE LA PROGENIE EN PORCINO IBÉRICO En porcino, al igual que en otras especies animales, el sistema digestivo está colonizado por una serie de microorganismos, que conforman la microbiota intestinal. Estos microorganismos, a través de una serie de relaciones simbióticas, son capaces de realizar diversas funciones biológicas en el animal (Frese et al., 2015). Así, debido a su importancia para la homeostasis del individuo, la microbiota ha llegado a considerarse un órgano perdido (O'Hara & Shanahan, 2006). Ana Heras-Molina1,2, Jordi Estellé3, José Luis Pesántez-Pacheco2,4, Consolación GarcíaContreras1,6, Marta Vázquez-Gómez2,5, Adrián López-García1, Susana Astiz1, Beatriz Isabel2, Antonio González-Bulnes6, Cristina Óvilo1. 1 INIA-CSIC; 2 UCM; 3 Université Paris-Saclay, INRAE; 4 Universidad de Cuenca; 5 Sorbonne université; 6 Estación Experimental del Zaidín (CSIC); 7 UCH-CEU La microbiota tiene funciones relacionadas con la digestión y absorción de nutrientes (Holscher, 2017; Lamendella et al., 2011), la síntesis de vitaminas (Zhang et al., 2015) o la prevención de inflamaciones e infecciones mediante la síntesis de ácidos grasos de cadena corta (Ratajczak et al., 2019). Gracias al desarrollo de diferentes técnicas que han permitido tanto la secuenciación del gen 16S rRNA como la del metagenoma completo, la microbiota está siendo cada vez más estudiada (Kuczynski et al., 2012; Xiao et al., 2016). En concreto, en porcino el estudio de la microbiota tiene una especial relevancia, debido a que su carne es una de las más consumidas en el mundo (OECD 2021). Por tanto, el estudio de la microbiota porcina se ha incrementado en los últimos años, lo que ha permitido ver los efectos de la edad (Lim et al., 2019), la genética (CrespoPiazuelo et al., 2019), el sexo (Yao et al., 2019) o la nutrición (Lauridsen 2020) de estos animales sobre los microorganismos. En la composición de la microbiota también juega un papel fundamental la primocolonización, es decir, las primeras bacterias que se hospedan en el individuo y que se transfieren de la madre a las crías por el paso por el canal vaginal durante el parto, la saliva, la leche o el contacto con las heces (Chen et al., 2018). Por tanto, la composición de la microbiota materna puede influir en la de la descendencia. Por otro lado, diversas investigaciones apuntan a la importancia de la nutrición materna en el desarrollo de los lechones, pudiendo ser clave para evitar los casos de restricción de crecimiento intrauterino (IUGR). En concreto, los ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) favorecen el desarrollo fetal, actuando como señales metabólicas y estructurales (Jones et al., 2014). Dentro de los PUFA, los ácidos grasos omega 3 tienen un papel fundamental en el correcto desarrollo de la progenie en distintas especies (Haggarty

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