SALUD 5 La existencia de enfermedades infecciosas en humanos surge de la intensa relación con los animales desde la domesticación en el periodo neolítico. La domesticación es un hecho histórico clave que precede a la aparición de algunas de estas enfermedades que hoy conocemos como zoonóticas. Sin embargo, los patógenos necesitan un periodo de adaptación a las nuevas especies para superar las barreras específicas de especie, entre las que se encuentra la respuesta inmunitaria (figura 1). En la lucha frente a los microorganismos invasores, los mamíferos cuentan con herramientas que, en coordinación, forman lo que conocemos como sistema inmunitario. Este sistema formado por diversas estructuras, células y mecanismos moleculares tiene como principal función mantener un estado de equilibrio en el organismo, lo que conocemos como homeostasia o integridad. Una vacunación efectiva debe inducir una respuesta inmunitaria BASES INMUNOLÓGICAS Y SU APLICACIÓN A LA VACUNACIÓN Ramsés Reina Arias, Instituto de Agrobiotecnología (CSIC-Gobierno de Navarra). Avda. Pamplona 123, 31192, Mutilva. Navarra. ramses.reina@csic.es Figura 1. Podemos distinguir cinco etapas desde que un patógeno animal evoluciona hasta transformarse en un patógeno humano. En la primera etapa los microbios solo están presentes en animales y no se detectan en humanos en condiciones naturales. En la segunda etapa, el microbio puede transmitirse del animal al hombre y causar una infección primaria, que no se transmite entre personas. Una tercera etapa en la evolución de los patógenos implicaría patógenos con ciclos de transmisión entre personas, que causan algún brote muy esporádico y ocasional, pero que desaparecen muy pronto, aunque el virus está escondido en su hospedador reservorio natural animal. Algunos microbios han evolucionado más y se han adaptado mejor al ser humano pudiendo causar epidemias mucho más importantes. Por último, algunos patógenos cuyo origen es también animal, han evolucionado y se han especializado para infectar exclusivamente humanos. El sistema inmunitario ha evolucionado para equiparse con una gran diversidad de mecanismos que permiten mantener el estado de equilibrio frente a diferentes amenazas, con especial dedicación a la invasión con microbios patógenos. Desde el reconocimiento y activación de la inmunidad innata hasta la producción de células citotóxicas o anticuerpos de alta afinidad y especificidad, el sistema inmunitario trata de aislar y reducir la presencia del invasor lo más rápido posible, adaptándose al tipo de patógeno. Esta primera entrega pretende sentar las bases inmunológicas que permitan entender cómo las respuestas innata y adaptativa están implicadas en la lucha frente a los diferentes patógenos y cómo podemos explotarlas en el diseño de vacunas.
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