ENTREVISTA • Tradición en el cultivo: En Extremadura tenemos una larga historia en el cultivo de olivos, lo que implica un conocimiento profundo de las variedades más adecuadas y las técnicas de cultivo. Esta tradición se traduce en prácticas agrícolas adaptadas a las condiciones locales, así como en una cultura de valorización del olivo. • Manejo sostenible: Implementamos prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente con lo que no solo mejora la calidad del producto, sino que también asegura la viabilidad a largo plazo del cultivo. • Innovación y tecnología: La incorporación de tecnologías modernas en el manejo del cultivo, como el riego solar por goteo y el uso de técnicas de análisis de suelos, puede optimizar la producción y mejorar la calidad del aceite. En resumen, una combinación de condiciones climáticas favorables, un legado cultural fuerte, la selección adecuada de variedades y prácticas sostenibles son esenciales para el éxito del cultivo de olivos en Extremadura. La elección del terreno es crucial en el cultivo de olivos. ¿Qué particularidades geológicas y de suelo buscan para asegurar el mejor desarrollo de sus árboles? El manejo del terreno y la adecuación para el cultivo de olivos es fundamental para garantizar un buen desarrollo y producción. Algunas particularidades geológicas y de suelo que se buscan incluyen: • Drenaje: Los olivos prefieren suelos bien drenados. Los suelos arcillosos, que retienen demasiada humedad, pueden provocar problemas de encharcamiento y enfermedades radiculares. • Textura del suelo: Suelos franco-arenosos son ideales, ya que permiten un buen equilibrio entre retención de humedad y aireación. • pH del suelo: Los olivos prosperan en suelos ligeramente alcalinos, con un pH entre 7 y 8. Suelos demasiado ácidos pueden afectar negativamente su crecimiento. • Nutrientes: Suelos ricos en materia orgánica y nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio son beneficiosos. Un análisis de suelo puede ayudar a determinar la fertilidad y las enmiendas necesarias. • Pendiente y exposición: Se prefieren terrenos con pendientes suaves que permitan un buen drenaje y una exposición adecuada al sol. La orientación sur o suroeste suele ser la más favorable en climas mediterráneos. • Profundidad del suelo: Los olivos requieren suelos profundos para desarrollar raíces robustas. Un suelo superficial puede limitar su crecimiento y resistencia a la sequía. • Clima: Aunque no es una característica del suelo, el clima también juega un papel crucial. Los olivos requieren un clima mediterráneo con veranos cálidos y secos e inviernos suaves. En resumen, la combinación de un buen drenaje, textura adecuada, nivel de nutrientes, pH correcto y condiciones climáticas favorables son esenciales para el éxito en el cultivo de olivos. ¿Qué variedades de olivos han seleccionado para sus cultivos y qué ventajas ofrece cada una en cuanto a resistencia y adaptación al clima de la región? En nuestros cultivos, trabajamos principalmente con olivos centenarios y milenarios, que han demostrado ser los más adaptados a las condiciones de nuestra región a lo largo del tiempo. Cada una de estas variedades ha desarrollado características únicas que les permiten resistir cambios climáticos y enfermedades. • Resiliencia a enfermedades: Estas variedades han sobrevivido a lo largo de los años, lo que indica una fuerte resistencia a plagas y enfermedades comunes, como la mosca del olivo y la enfermedad del fuego. • Adaptación al clima: Los olivos centenarios y milenarios han evolucionado para soportar condiciones climáticas extremas, como sequías prolongadas y temperaturas elevadas. Esto los hace ideales para regiones con climas mediterráneos, donde las fluctuaciones son comunes. 21
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