44 tecnogarden ESPECIAL MAQUINARIA DE PODA Pero ya hemos dicho anteriormente que las podas solo hay que hacerlas cuando no haya alternativa. Es decir, la normativa debe aplicarse, no sobre todo el arbolado sino sobre aquellos elementos que tienen motivos para ser intervenidos”. Para ayudar a su comprensión y difusión en España, la AEA ha traducido el texto y está disponible para descargarlo en su página web. El objetivo es que estos manuales acaben siendo incluidos en los pliegos de condiciones para que los empleen las empresas responsables de estas tareas en nuestro país. “Estamos ante un documento sólido sobre la gestión del árbol urbano, especialmente dedicado al arbolado viario, basado en tres ideas fundamentales: la cobertura arbórea de nuestras ciudades debe tener la máxima dimensión posible, los costes deben ser asequibles y, finalmente, la estrategia ha de basarse en la implantación y gestión del árbol en porte natural”, han señalado desde AMJA (Asociación de la Jardinería Andaluza). Problemas en la ciudad Por razones evidentes las zonas más problemáticas para los árboles son los entornos urbanos, donde sus estructuras están obligadas a convivir con la ciudad y sus habitantes. En estos espacios es habitual que una mala elección de la especie genere problemas a largo plazo. Alumbrado, edificios, señalización, aceras o canalizaciones deben coexistir en el mismo entorno que los árboles. Esta relación con el medio urbano hace que la poda de especies muchas veces sea inevitable, por motivos de seguridad ciudadana o por la salud del árbol. “Aunque es cierto que ahora se tiende a analizar siempre antes de actuar, mientras que antes se actuaba de forma periódica”, ha comentado Carrizo. “Al final ese tipo de poda se vuelve obligatoria en la ciudad”. Para poder atender las necesidades del arbolado en estas situaciones “es importantísimo tener bien inventariada su población. Esto implica no solo saber que árboles tenemos sino, además, conocer exactamente la situación en la que se encuentran”, ha explicado Gabriel Dorado. El director del Máster en Jardines Históricos y Servicios Ecosistémicos de la Infraestructura Verde de la UPM ha recordado que, “las herramientas de inventariado se utilizan desde hace mucho tiempo. El primer inventario fitopatológico que hicimos del retiro con un sistema de información geográfica fue en el año 97-98. En ese proceso se inventariaron todos los árboles y arbustos, y todas las especies leñosas del retiro, no solo anotando los datos taxonómicos, especie género y variedad, sino, además, citando todos los problemas fitosanitarios que tenían cada uno de los individuos. Y evidentemente el mayor problema que detectamos fueron las podas excesivas”. “Mi inventario, es la base principal de cualquier gestión de arboricultura”. Poda en altura En ocasiones los trabajos de poda son necesarios en zonas donde las máquinas de elevación no pueden acceder. Cuando estas operaciones se complican es necesaria la intervención de un especialista. “Estos operarios además de tener la experiencia y los conocimientos sobre el árbol, la especie o la ubicación tienen la capacidad de trepar a los árboles para desarrollar las operaciones de mayor dificultad”, ha indicado Carrizo. Por su parte, Julio Cesar Blázquez, responsable de Julio Cesar Podas en altura y talas controladas, lleva 10 años dedicándose a los trabajos de este tipo. “Nosotros hemos colaborado con toda clase de clientes como empresas o administraciones, pero sobre todo nos dedicamos al sector privado” “Estas son operaciones complicadas porque cuando estas en la altura tu cabeza puede jugarte malas pasadas. Aquí entran en juego muchos más factores, es muy importante el conocimiento, pero también la intuición y la experiencia. El aprendizaje es fundamental y sobre todo hay que tener la cabeza bien amueblada, porque cuando estás a 20 metros de altura notando los movimientos del árbol la mente se pone a prueba”, ha explicado Blázquez. “Es cierto que da un poco de miedo. Hay días que si no te encuentras bien no deberías trabajar por seguridad”. Un entorno que Muchas veces puede resultar más hostil de lo habitual. “Normalmente tienes en mente arboles grandes, pero no siempre es así. Muchas veces subes árboles que tienen 20 metros de alto, pero un diámetro de tronco de 40 centímetros, entonces se mueven muchísimo.”, ha asegurado el responsable de Julio Cesar podas
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