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EDITORIAL 4 tecnogarden ¿Es posible el césped sostenible? Con la llegada del buen tiempo y la época estival, los parques y las zonas ajardinadas de las urbes cobran vida nueva. Son espacios de gran importancia en estas épocas, porque además de generar entornos saludables todo el año, aportan opciones de ocio y esparcimiento a los ciudadanos. Sobre todo cuando suben las temperaturas, donde las zonas arboladas ayudan a pasar mejor las tardes veraniegas. Pero no sólo hay que mirar a los grandes espacios públicos o privados, también los pequeños jardines se convierten en el centro de las casas. Máxime si contamos con los complementos más atractivos cuando se tiene espacio para ello como las piscinas, barbacoas o equipamiento infantil. Sea como fuere, grande, pequeño, en casa o en la calle, el gran protagonista de estas zonas verdes es el césped. Esas praderas verdes de gran variedad y que podemos encontrar en todas las latitudes nos aportan gran confort, en cuanto a infraestructuras ajardinadas se refiere. Pero, también lleva aparejados problemas y cuidados específicos que pueden suponer un gran dolor de cabeza. En este sentido, el consumo de agua, por ejemplo, es uno de los problemas más importantes. Las áreas de césped suelen requerir un gran consumo de agua y, en estos tiempos de desertización que nos toca vivir, no parece muy recomendable recurrir a especies vegetales que priorizan el consumo de agua. La sostenibilidad es un valor en alza en todas las acciones de la vida, sobre todo desde que se ha convertido en uno de los Objetivos de Desarrollo marcados por la ONU. Un objetivo prioritario. No obstante, el consumo de agua no es el único factor determinante de la sostenibilidad del césped. También podemos mencionar la convivencia con otras especies, la compatibilidad con la biodiversidad, o el consumo de otros recursos necesarios para su adaptación a determinados entornos. En esta edición hablamos precisamente de las opciones existentes para disfrutar de las clásicas praderas de césped, de manera sostenible. Porque no hay que renunciar al césped para poder mantener infraestructuras verdes sostenibles medioambientalmente. Afortunadamente, hoy disponemos de opciones y soluciones que hacen posible que nuestros jardines sigan siendo como lo han sido toda la vida, sin contribuir por ello al deterioro de nuestro entorno. Aunque no nos engañemos, no siempre es la mejor opción que podamos adoptar, por mucho que nos apetezca o la demanden sus usuarios. El césped tradicional sigue planteando grandes retos y el debate está en la calle, sobre todo cuando se trata de grandes infraestructuras como campos de golf o parques públicos. Por eso es importante estar al día, escuchar a los expertos y conocer las innovaciones. Sólo así podremos llegar a saber si nuestro planteamiento de jardín puede llegar a ser sostenible.

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