TN234

tecnogarden 29 pudo reconducir el desaguisado y hacer algo de justicia. Haremos lo que esté en nuestras manos para que esta situación no se repita porque queremos, necesitamos, una Europa donde participemos, consensuemos y salgamos ganando todos los europeos y no unos pocos a costa de otros. Decía algo de justicia, un paso insuficiente, porque efectivamente la propuesta del tratamiento en frío finalmente aprobado no es el que debería ser. En primer lugar, el acuerdo político no alcanza los requisitos estandarizados que sí imponen otras potencias como Estados Unidos a los cargamentos citrícolas de España o de la propia Sudáfrica. La medida preventiva únicamente se aplica a las naranjas y excluye a las mandarinas y pomelos que también pueden ser hospedantes de la falsa polilla. En cuanto al cuándo, la comisaria de Sanidad y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, se comprometió a adoptar el tratamiento en frío antes de que empezara la campaña de exportación de cítricos de Sudáfrica, pero los primeros envíos ya están saliendo y el reglamento no se aplicará, como pronto, hasta el 20 de junio. No andaban desacertados los sudafricanos en la feria Fruit Logistica de Berlín cuando presumían de que el tratamiento no llegaría al inicio de su campaña. Con estos mimbres, parece que no vamos a tener una seguridad total. Por eso, ya avanzo que si algún puerto comunitario detecta un envío contaminado con falsa polilla, pondremos el grito en el cielo y reclamaremos por todas las vías un tratamiento en frío verdaderamente capaz de atajar esta amenaza. Porque si para la citricultura su entrada sería terrible (provocaría unas mermas medias del 26% de la producción), no lo sería menos para muchos otros cultivos (frutas de hueso, manzana, pera, aguacate, viña, olivo, caqui, granado, pimiento, tomate o berenjena) e incluso para la rosa o especies arbóreas como el roble. Estamos jugando con fuego y todos los europeos, no solo los citricultores, nos podemos quemar por la avaricia de unos pocos. O

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx