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tecnogarden 43 Las primeras semillas Los huertos urbanos están viviendo un boom. Lo que antes era coto vedado para los más acérrimos defensores del cultivo orgánico, urbanitas amantes de la huerta o simplemente los más “hippies del barrio”, se va popularizando entre todo tipo de perfiles de ciudadanos que sencillamente buscan una forma diferente de ocio. Y es que, sobre todo a partir del confinamiento provocado por la pandemia del Covid, cuando la posesión de un huerto era justificativo para poder salir a cuidarlo, muchos descubrieron otra forma diferente de entretenerse solos, en familia o con amigos. Un modelo de ocio, sí, de ocio, que conjuga desde el contacto con la naturaleza hasta la autoproducción alimentaria. Incluso los más avispados han encontrado una forma alternativa de sacarse un pequeño sobresueldo con la venta de determinadas especies de flores ornamentales, sobre todo gracias a la popularidad que están ganando algunas especies que favorecen que el cultivo a pequeña escala pueda rentabilizarse fácilmente. Pero sea cual fuere el motivo, lo cierto es que este modelo de esparcimiento urbano tiene cada vez mejor acogida y, con ello, la demanda de productos para la huerta, independientemente del espacio de que se disponga. Porque si bien este tipo de huertos se había iniciado con propietarios con jardín en casa, ahora ha evolucionado a otros espacios, aprovechándose casi cualquier parte, ya sea en un piso hasta en terrenos comunitarios. Y es que existen soluciones para todos los espacios y necesidades. Desde pequeños sistemas verticales que permiten la creación de jardines o huertos en balcones o terrazas de reducido tamaño, hasta parcelas de alquiler en distritos urbanos. Si bien estamos muy lejos de lo que pueda suponer para países donde la dedicación al jardín tiene un fuerte arraigo y tradición, como pueda ser el Reino Unido, se nota en España esta ESPECIAL SEMILLAS

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