tecnogarden 21 co contra el ébola, es el tabaco, cuyo cultivo industrial es además fácil de escalar y de bajo coste. Entre varios intentos de conseguir plantas sexys de tabaco destaca uno llevado a cabo en España, en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de Valencia. En este intento introdujeron en tabaco un gen procedente del gusano de la naranja navel, un segundo de la oruga de la col y un último gen de planta del arbusto Euonymus alatus o huso con alas, para conseguir plantas con la ruta de biosíntesis de ciertos componentes de las feromonas de casi trescientas especies de lepidópteros. Sin embargo, muy frecuentemente en biología molecular, cuando tú introduces una nueva ruta de síntesis de un producto que por lo general no se produce en el organismo de trabajo ocurren efectos no deseados —y por eso la biología molecular y la cocina no se parecen tanto, “un poquito de esto por aquí, otro poquito por acá” —, lo cual se conoce en el campo como pleiotropía o efectos pleiotrópicos. Primero, cuando tú metes mucho de algo en un organismo, lo más probable es que este lo rebaje. Como un Ferrari en una carretera de 90, la planta no debe expresar más de cierto nivel del gen, aunque esté configurado para expresarse mucho más. Y es que la propia planta reducirá la expresión por un mecanismo de silenciamiento génico que apaga la transgénesis. Y si el investigador evita esto, están los problemas del balance energético y de la toxicidad. Por un lado y poniendo otro símil —este le titularemos como “antes sencillo que muerto”, aunque no suene tan bien como lo contrario— , un niño que pase toda su infancia enfermo gasQue el tabaco sea sexy aquí no es un concepto equívoco. Casablanca (1942). Crédito: Warner Bros. Julio podría haber sido una de estas. Cópula de chinches de las malvas (Pyrrhocoris apterus). Crédito: C. Pradera.
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