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22 tecnogarden ESPECIAL FITOSANITARIOS cesitan para ser sostenibles. Habría que apostar por equilibrio beneficios-riesgo utilizando medidas de mitigación. ¿En qué medida, en nuestro país, la normativa actual favorece el acceso a la innovación? Si bien los esfuerzos en innovación desarrollados en el ámbito de la sanidad vegetal están dotando a los agricultores de los recursos necesarios para hacer frente a las amenazas que afectan actualmente a sus cosechas, estamos expuestos a la aparición de nuevas plagas y enfermedades, muchas de las cuales encuentran en la globalización y la creciente movilidad internacional un más que considerable medio de transmisión, sobre las que es necesario seguir investigando y generando nuevas soluciones, adaptadas a aquellas características y propiedades diferenciales que las hacen tan dañinas para nuestros cultivos. Y no solo eso. El esfuerzo en inversión en sanidad vegetal que viene desarrollando la industria fitosanitaria durante las últimas décadas también está orientado, como no podría ser de otra manera, a la consecución de soluciones cada vez más sostenibles e inocuas para las personas responsables de su aplicación y el entorno en el que serán empleadas si se produce un escenario que justifique su utilización. Resulta indispensable que las diferentes instituciones competentes en este sentido en el ámbito de la Unión Europea tomen las medidas necesarias para establecer un marco regulatorio estable, en el que podamos seguir trabajando en el desarrollo de estos avances, sin el temor de que las ‘reglas del juego’ puedan verse modificadas de forma drástica y, lo que quizás puede resultar más grave, debido a la inclusión de intereses políticos, alejados de cualquier criterio científico contrastado. Ante las crecientes presiones para lograr una agricultura más ecológica, ¿cómo están trabajando las empresas y profesionales del sector? Nos sorprende, que desde algunos sectores de la sociedad se empeñen en generar en el ‘imaginario popular’ un antagonismo prácticamente irreconciliable entre la agricultura ecológica y aquellas entidades que se dedican a la investigación, desarrollo y comercialización de soluciones válidas para la protección de las plantas en general, y específicamente en el ámbito de los cultivos. En primer lugar, porque muchas de nuestras empresas desarrollan soluciones destinadas a agricultura ecológica y segundo, porque en esta también se utilizan productos fitosanitarios. La agricultura ecológica y la integrada son perfectamente compatibles. Pero lo cierto es que marcarse objetivos como el planteado por la Estrategia comunitaria ‘De la Granja a la Mesa’ de exigir que un 30% de la agricultura sea ecológica para 2030 resulta cuando menos irreal si al mismo tiempo se quiere mantener la productividad y competitividad del sector en Europa. Organismos de reconocido prestigio a nivel internacional, como la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alertan sobre el hecho de que hasta un 40% de los cultivos alimentarios a nivel mundial se pierden anualmente a causa de plagas y enfermedades de las plantas, pérdidas que podrían llegar a duplicarse sin unos correctos tratamientos fitosanitarios. La digitalización, la agricultura de precisión y los sistemas control ¿cómo pueden contribuir a controlar las enfermedades de las plantas? El avance en la digitalización del sector agrícola está llamado a ser un motor de cambio esencial para favorecer la reducción de la brecha digital existente en la actualidad entre las áreas urbanas y rurales, y lo que es aún más importante, para contribuir a la generación de un modelo agrícola aún más pujante, que disponga de los recursos necesarios para mantener su posición de liderazgo en una economía cada vez más globalizada y competitiva. Tal y como se recoge en el informe ‘El futuro del sector agrícola’, que elaboramos conjuntamente con PwC España, la tecnificación y digitalización en nuestra agricultura permitiría, por sí sola, un incremento de la productividad de los cultivos de un 8,8% de aquí al año 2050, que en términos económicos supondría algo más de 54.000 millones de euros adicionales para el sector en su conjunto. ¿En qué proporción se siguen utilizando productos fitosanitarios ilegales? Es complicado hablar de proporciones. Por las noticias que a veces salen en prensa sobre operaciones llevadas a cabo por el Seprona, en el que se incautan fitosanitarios ilegales, está claro que algo hay. En Aepla desde hace años colaboramos activamente con las autoridades competentes para hacerles llegar la información recogida a través de nuestro teléfono de denuncias, 902 88 20 81. Este teléfono recoge la información que los denunciantes, que quieren mantenerse en el anonimato, nos hacen llegar. Esta información, después de ser evaluada por nosotros la hacemos llegar al Seprona y Comunidades autónomas a las que afecta. ¿Cómo vislumbra la agricultura del futuro? El futuro del sector agrícola pasa por la construcción de una estrategia que coordine y oriente el esfuerzo y la actuación de los principales agentes e instituciones hacía un mismo objetivo: la sostenibilidad económica, social y medioambiental. En ese futuro, la protección de los cultivos resultará clave. En nuestro país es fundamental un amplio conjunto de herramientas destinadas a la sanidad de los cultivos. Tenemos mucho que decir en el desarrollo de nuevas soluciones, en su optimización a través de la gestión integrada de plagas, y en el avance en digitalización y agricultura de precisión. Siempre bajo criterios racionales basados en la ciencia y un entorno reglamentario adecuado que lo haga posible. 

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