56 JARDINEROS PAISAJISMO FERNANDO POZUELO PAISAJISMO 56 tecnogarden ¿QUIÉN DIJO QUE LAS PISCINAS SON SOLO PARA EL VERANO? Son muchas las personas que optan por disfrutar de sus vacaciones durante el mes de septiembre, consiguiendo así unos días de relax, lejos del bullicio y de la concentración de veraneantes que se produce durante el mes de agosto. Incluso si disponemos de una piscina y el tiempo lo permite, septiembre es un mes en el que podemos seguir haciendo uso de ella, pero alargarlo mucho más allá de octubre es algo más complicado. Cuando llega este momento en el que la temporada de baño llega a su fin, muchas familias caen en el error de olvidarse de sus piscinas hasta el próximo verano, y decimos que esto es un error porque en el mercado disponemos de varias opciones para seguir disfrutando de ella durante el resto del año. La primera alternativa es la de instalar una cubierta en nuestra piscina. Esto nos permite aislarla del frío exterior y conseguir una temperatura agradable que nos haga disfrutar del baño. Dependiendo de las necesidades de nuestra piscina o de las nuestras propias, optaremos por un tipo de cubierta u otro. Una de estas opciones es apostar por una cubierta rígida, ya que la podemos encontrar en varias alturas y materiales, lo que la convierte en una gran solución. Pero aunque las podemos encontrar fijas, optar por una cubierta móvil nos permitirá adaptarla a cualquier condición climática, ya que nos permite desplegarla o recogerla en función de nuestras necesidades. Además, si vivimos en una zona de clima frío, tendremos que optar por calentar el agua para alcanzar una temperatura agradable que nos permita el baño (entre 27 y 29 grados). Dependiendo del tamaño de nuestra piscina, podemos hacer uso de una bomba de calor. Su funcionamiento consiste en captar las calorías del aire y transmitirlas directamente al agua, es por ello que el 80% de la energía utilizada proviene del aire y tan solo el 20% proviene de una fuente de alimentación energética. El uso de la bomba de calor puede ser utilizada como complemento a la instalación de la cubierta, o como otra opción para disfrutar de la piscina en invierno en aquellas zonas con un clima más suave y para los amantes de nadar al aire libre. Por el contrario, si somos de aquellos que prefieren esperar a la llegada del buen tiempo para volver a hacer uso de la piscina, hay varios aspectos que debemos de tener en cuenta, ya que el mantenimiento es algo esencial si queremos que nuestras instalaciones lleguen en buen estado. La primera decisión que debemos tener en cuenta es si apostamos por conservar el agua o si, por el contrario, optamos por vaciar la piscina. En los últimos años, la primera opción es la que cuenta con un mayor número de adeptos, ya que, además de ahorrar el coste económico de la gran cantidad de litros necesarios en una piscina, se apuesta por un uso más responsable de este elemento al mismo tiempo que contribuimos al cuidado del medio ambiente. Para ello debemos asegurarnos de realizar una profunda limpieza tanto del sistema de filtrado como de la piscina, y asegurarnos de que el PH del agua se encuentre en valores de entre 7,2 y 7,6. Aunque existe la posibilidad de seguir manteniendo la piscina de la misma forma que en verano, si vivimos en una zona en la que se alcanzan bajas temperaturas en invierno, corremos el riesgo de que el agua se congele, lo que puede producir daños en ella. Por este motivo, optar por un invernador de piscinas es la opción más práctica, ya que impide que los microorganismos se reproduzcan. Una piscina cuenta con un gran poder para transformar u otorgar un nuevo aspecto a nuestro jardín, convirtiendo el agua en el eje central del espacio, lo que se traduce en una profunda revalorización de nuestro hogar, por lo que llevar a cabo un cuidado diseño y un correcto mantenimiento es vital para potenciar este valor. Fernando Pozuelo, director del estudio de paisajismo Fernando Pozuelo Landscaping Collection
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