tecnogarden 51 naturaleza sigue su curso una vez que el hombre ha terminado su plantación, y nos toca adaptarnos a estos cambios naturales. Intento crear jardines que evolucionen día a día, a medida que se van incorporando nuevas plantas, ya sea por obra de la naturaleza, o porque como la botánica es una de mis pasiones, y siempre hay una planta por descubrir, caigo en la tentación de añadir elementos nuevos en mis visitas de mantenimiento. No logro desvincularme nunca de mis jardines. La historia, otra de mis pasiones, nos muestra magníficos ejemplos de jardines ya inventados de los que podemos aprender, aunque algunos ya hayan desaparecido: desde los Jardines colgantes de Babilonia hasta los jardines contemporáneos del Festival Internacional de Jardines de Chaumont-sur-Loire, pasando por el Hortus Conclusus medieval. ¿Dónde crees que debería estar la frontera entre paisajista, arquitecto e ingeniero? Quizás, por mis orígenes multiculturales, no creo en las fronteras, sino en la colaboración interdisciplinar, en la suma de talentos. El encuadre lo marca el individuo en relación con sus conocimientos adquiridos. Normalmente, los paisajistas son los que tienen más conocimientos botánicos, pero no siempre es así. Tampoco es extraño encontrar ingenieros agrónomos con amplia experiencia en diversas especies vegetales. En proyectos internacionales, cada clima exige un tipo de planta que puede ser desconocida para el paisajista extranjero, por lo que necesitará colaboradores locales: cada equipo es único, y de su interacción nacen sinergias muy valiosas que debemos fomentar. ¿El paisajismo cómo crees que se concibe en nuestro país? ¿Crees que lo hace a pequeña o a gran escala? España tiene varias ventajas: es un rico crisol de culturas, el clima es favorable, las plantas Mediterráneas tienen una gran belleza y versatilidad, y la creatividad siempre ha sido una seña de identidad del pueblo español. Hay proyectos estupendos a pequeña y gran escala, como el de la capital, Parque Madrid-Río; las estrategias implantadas en Palma de Mallorca para reducir la huella ambiental que genera la ciudad; o los casos de ciudades verdes como Salamanca, con su plan Savia Red Verde; o Huesca, Ciudad entre Jardines, destacada por ser la población con más zonas verdes por habitante de España. Espero que los viveros profesionales nos ayuden a encontrar plantas autóctonas, ellos son una pieza clave en los jardines sostenibles. Si vas a tu vivero local, y encuentras las plantas que sabes que son adecuadas para tu jardín sostenible, el proyecto evolucionará adecuadamente. Si no la encuentras, hay dos opciones: o traes la planta de fuera, con el consecuente aumento de la huella de carbono, o compras planta inadecuada. A veces, el factor ‘tiempo’ juega en nuestra contra, por los limitados plazos de ejecución y entrega. ¿En qué medida consideras que hay intrusismo en el sector? El arquitecto y artista Burle Marx ha pasado a la historia como el creador del paisajismo moderno. Para mí, el intrusismo no es tanto un factor académico, sino que está relacionado con la capacidad de proyectar o no un buen jardín. Llenar espacios verdes con plantas, simplemente con el objetivo de rellenar el metro cuadrado con cualquier tipo de especie vegetal disponible y flores de temporada, obviando factores como la sostenibilidad y otros mencionados en esta entrevista, es un error; independientemente de que el que lo proyecte sea un técnico del ayuntamiento, un arquitecto, un paisajista, un agrónomo o un particular. El camino es largo, pero tenemos las herramientas para el éxito: estoy convencida de que la aplicación de los principios de naturación urbana, el diseño de jardines sostenibles, la aplicación de las buenas prácticas internacionales en el sector, y el trabajo creativo y técnico de distintos equipos interdisciplinares lograrán que España sea, en pocos años, un referente en la creación de espacios verdes que mejoren nuestro medio ambiente y reduzcan las emisiones de CO2.
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