tecnogarden 49 las partículas contaminantes y produzcan oxígeno, y gestionar la gestión de los residuos que generamos de manera eficaz. El cambio climático requiere medidas como la creación de zonas de sombreo en sitios calurosos, y una gestión inteligente del recurso más preciado y escaso: el agua. Creo en los diálogos y en los equipos multidisciplinares: urbanistas, arquitectos, paisajistas, artistas… todos pueden colaborar para lograr espacios urbanos, que además de estar al servicio de los ciudadanos, contribuyan a reducir los niveles de CO2. La naturación urbana es ya obligatoria en algunos países; existen ciudades, como las que pertenecen al C40 (www.c40.org), comprometidas en combatir el cambio climático con jardines sostenibles. Madrid, en su Ordenanza para la Gestión y Uso Eficiente del Agua de la Ciudad de Madrid, en sus artículos 18 y 19, especifica que en el diseño, remodelación y ejecución de nuevas zonas verdes privadas, se utilizarán especies autóctonas o alóctonas adaptadas al entorno y a las condiciones ambientales de Madrid en un mínimo del 80 % de su superficie. ¿Por qué, en España, sólo Madrid y Barcelona pertenecen a esta organización? Los espacios verdes crean bienestar y felicidad en los ciudadanos, evocan en la memoria colectiva tiempos pasados, en los que el hombre vivía rodeado de naturaleza. Existen numerosos estudios sobre los logros del uso terapéutico de los jardines (terapias paliativas, mejoras ante enfermedades de diversa índole…). Tenemos un clima estupendo que nos permitiría crear jardines sostenibles en todo el territorio español, con la ventaja de que nuestro clima benigno permite un rápido desarrollo de las plantas. ¿Cuáles son tus referentes? A nivel internacional, el estudio del color, las formas y la naturaleza del arquitecto y paisajista Roberto Burle Marx y, en España, el análisis del entorno, la luz y la geometría del maestro Fernando Caruncho. En palabras de Burle Marx: El arte del paisajismo es muy complejo, pues requiere conocer las otras artes, además de la voluntad de aprender de la naturaleza. El jardín debería ser una obra de arte, como una pintura, una escultura, una alfombra o una sinfonía. ¿Cómo defines tus diseños? Auténticos, únicos, equilibrados y armoniosos con el entorno. Me gusta que sorprendan. Intento vincular mis diseños a obras de arte, a historias relacionadas con el emplazamiento de los jardines, que puedan reflejar la vida de su propietario o de la comunidad que lo va a disfrutar. Creo que los jardines pueden hablar, contar historias, reflejar sueños. Una vez definido el concepto y absorbido el espíritu del lugar, el Genius Loci, realizo un estudio de la luz, elijo las formas geométricas que lo van a contener y los materiales que le darán vida, con el fin de plasmar lo que previamente he visualizado e intuido. Desde un punto de vista práctico, cada planta elegida es meticulosamente seleccionada, no sólo por motivos estéticos, sino tras estudiar su grado de idoneidad para el proyecto en concreto. Durante el replanteo siempre acabo modificando mis diseños, con el fin de ser fiel al proceso creativo que se desencadena cuando veo con mis ojos todos los materiales reunidos en el terreno; estamos ante algo vivo, y es imprescindible tener la libertad para traspasar los límites del papel, con el fin de crear la mejor obra posible. Empleo áridos para el acolchado, como la grava volcánica o las piedras de río, no solo con fines estéticos, sino con fines prácticos: así reducimos las malas hierbas y evitamos una rápida evaporación del agua de riego. Me gusta dibujar formas orgánicas mediante contrastes de áridos y la ayuda de perfiles metálicos, como las que evocan el curso de un río, los caminos de un bosque y otras formas de relieve. Prefiero las curvas que encontramos en deltas, cordilleras, valles y archipiélagos, a las líneas rectas, aunque, a veces, opto por composiciones simétricas. En la creación de un proyecto paisajístico, ¿qué criterios artísticos o técnicos sueles tener más en cuenta? La combinación de belleza y sostenibilidad. Una vez que hemos estudiado el entorno y definimos el concepto del jardín, cobran protagonismo el color y las plantas. El estudio cromático es el comienzo de una historia de armonías y contrastes: combinaciones de colores análogos, La Noche Blanca.
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