tecnogarden 45 lo que encontramos en los personajes de Lars von Trier. Es sencillo encontrar paralelismos entre el cine y la realidad. Igual Jack no se equivocaba del todo. En diversos momentos de la historia evolutiva, algunas especies se dieron cuenta de que es más sencillo coger prestado que fabricar. Se calcula que hasta en doce ocasiones fue engendrado un individuo malvado y oportunista que decidió introducir sus tentaculares colmillos en el carnoso cuello de un humilde trabajador para robarle la energía y apoderarse de su inocente alma. En la gran pantalla se mostraría a un muchacho verde de envidia, infeliz, que ve como todo a su alrededor funciona como una gran cadena de montaje perfecta, sin fallos aparentes, en la que él no encaja. Empieza a rabiar contra la sociedad, se siente excluido, se ve enclenque y feo. Ahí una idea empieza a asomar por su plana cabeza, una idea con la que se siente poderoso: si los engranajes no pasan por él, él forzará los engranajes para que lo hagan. Saboteará la gran rueda. Ve a una joven con flores en el pelo. Un ser frágil, cándido, alejado de todo lo que podría ser ruin en el mundo. Es el prota, como espectador sabes que es el malo, pero como todo lo ves desde su perspectiva no puedes evitar que te caiga algo simpático. El director lo sabe, y entonces suena una música roquera, con estilo, de gafas de sol en una playa del Caribe llena de jóvenes muchachas, como diría otra canción. Cruce de miradas, la rubia sonríe. “I´m a vampire, babe, suckin´ blood from the Earth”, suena. El vampiro se acerca. El ser feo y enclenque ahora se levanta erecto en toda su determinación. Una media sonrisa a lo James Dean en un primerísimo primer plano. Un chasquido. Y fundido en negro. Un alivio que no te hayan enseñado la última escena, aunque a la vez te quedas intranquilo por lo que vendrá después. Es el origen de algo malo. Es la semilla del mal. Aproximadamente 4500 especies de plantas con flores forman parte de este selecto grupo de villanos adoradores de la sangresavia. Este tipo de vampirismo vegetal no es sino una reJoe retando a la cámara tras la puerta del vagón de primera clase. Crédito: Zentropa. La flor más grande del mundo (hasta 11 kilos y 1 metro de tamaño) y una de las más fétidas pertenece a una planta parásita: Rafflesia arnoldii. Crédito: Maizal.
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