tecnogarden 47 léculas tóxicas y previniendo cambios en sus membranas y proteínas. Poco se sabe aún de los procesos de rehidratación que llevan a la planta a resucitar de su estado latente, pero se piensa que hay dos estrategias generales. En especies inferiores de plantas (ciertos musgos) donde se da el fenómeno de la resurrección parece que se produce un proceso de reensamblaje de componentes intactos tras el ciclo de deshidratación/ rehidratación. En las plantas superiores se han detectado varias fases de recuperación en las que primero hay una degradación de las moléculas y componentes acumulados durante la deshidratación, seguido de un profundo proceso de síntesis de novo a través de materiales acumulados y protegidos durante la fase de secado. El curioso caso de Benjamin Button La tolerancia a la desecación es un fenómeno residual, aunque se piensa que era la medida adaptativa general en estadios tempranos de la evolución de las plantas. En algún momento las plantas se decantaron por la resistencia frente a la tolerancia, y perdieron este carácter, pero no en todos los tejidos. La adquisición de la tolerancia a la desecación es parte del programa de maduración de las semillas. En este proceso, se produce una acumulación de azúcares y proteínas LEA que se unen a las membranas y las proteínas celulares para preservarlas del estrés. Posteriormente tienen lugar una pérdida masiva de agua, una parada del metabolismo y en el interior celular se forma una estructura vítrea altamente viscosa que, aunque limita la difusión molecular y las reacciones químicas, maximiza la supervivencia de la semilla. Todos estos procesos que ocurren en la semilla recuerdan a los procesos anteriormente contados para las plantas capaces de resucitar. Y es que el programa genético que se enciende durante la desecación de estas últimas es similar o incluso idéntico al que se produce en las semillas de las plantas no tolerantes a la deshidratación. Y esto les proporciona la ventaja obvia, la capacidad de sobrevivir a temporadas largas de sequía, pero también trae inconvenientes como se ha demostrado en varios laboratorios al expresar genes de maduración de semillas en plantas no tolerantes. Las plantas resultantes poseen defectos de desarrollo como un crecimiento más lento, menor tamaño, floración temprana, frutos más cortos, una mayor ramificación y menor número de semillas. Como dijo el sabio: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad». En este caso, una gran consecuencia. Texto Gerardo Carrera Castaño O
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