TN223

ARTÍCULO 38 tecnogarden El secreto del olor a hierba recién cortada El olor a hierba recién cortada es de esos tipos de perfumes que suele cautivar. Ese aroma que nos transporta a una tarde de domingo en el campo es una mezcla aromática de aire fresco, flores silvestres y hierba recién cortada. El olor a césped segado fue, muy probablemente, musa de inspiración para muchos poetas, músicos y pintores de todas las épocas y regiones. Lo que quizá ninguno de ellos sabía es que este afamado perfume es conocido por los entendidos como GLV, cuyas siglas corresponden en inglés a Gran Leaf Volatiles y algunos lo traducen como volátiles de hojas verdes. Este aroma campestre, conocido como GLV, se trata de una sustancia química que las plantas almacenan en las hojas y liberan cada vez que sufren algún tipo de daño. Las hierbas de hoja verde tienen una forma de lenguaje que se basa en la liberación de estos compuestos químicos. Estos productos químicos de las plantas actúan como feromonas vegetales, que hacen desencadenar respuestas sociales en los insectos, o bien puede ayudar a generar nuevas células para curar heridas y prevenir infecciones bacterianas. Esta interacción se puede dar entre plantas y entre plantas e insectos. Cuando una planta emite GLV al haber sido dañada las plantas vecinas, que permanecen intactas, perciben estas señales y estas también activan sus mecanismos de defensa. La gravedad de la lesión está directamente relacionada con la cantidad de GLV que una planta difunde. Este procedimiento permite que las plantas emitan GLV concentrado y que estas entren en un estado de alerta y defensa. Por otro lado, los insectos se pueden sentir atraídos o rechazados por la cantidad de GLV que las plantas emitan. Esta esencia es más bien un mecanismo de defensa que se puede dar mediante una interacción positiva o una negativa. Las plantas tienen esa capacidad de adaptarse para atraer a determinados Segadora cortando hierbas y flores silvestres. Foto de pixaby.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx