tecnogarden 37 so en ambientes fluctuantes. Ante un estrés la planta responde a diferentes niveles: se produce una modificación en la expresión de ciertos genes (algunos se leen mejor y otros peor) que produce cambios a nivel fisiológico. Si la progenie hereda que algunos genes se lean mejor, si se produce el estrés la planta hija responderá y no sufrirá sus efectos. Sin embargo, tener genes con la letra más grande es un gasto de energía para la planta, y, así, si se deja de percibir el estrés, en las siguientes generaciones la planta ganará empequeñeciendo la letra. No existen hoy día pruebas directas de que la herencia epigenética transgeneracional exista en humanos, pero existen multitud de evidencias indirectas. La más famosa es la de los niños gestados durante la hambruna holandesa de 1944 y su descendencia (hijos y nietos), que desarrollaron durante su vida adulta obesidad, intolerancia a glucosa y enfermedades del corazón en ratios más elevados que otros grupos de población, además de encontrar asociaciones entre las modificaciones químicas en su ADN y dichas enfermedades. También se ha encontrado transmisión generacional de traumas en la descendencia de los supervivientes del Holocausto, refugiados de guerra o veteranos de combate, o mayor riesgo de sufrir enfermedades mentales en nietos de refugiados vietnamitas diagnosticados con estrés postraumático después de su llegada a Noruega. Y cada vez hay más estudios de obesidad transgeneracional. A veces los fantasmas se heredan, se quiera o no. Texto Gerardo Carrera Castaño En la película de Wong Kar-Wai Deseando amar (2000) no hay escena en la que los protagonistas no estén comiendo. También fuman... Creo que la película es una denuncia contra los padres que no piensan en la herencia epigenética transgeneracional. Crédito: Paradis Films.
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