Con razón de más para llevar el vehículo al taller... Pues no. El problema es justo ése: los coches no se renue- van pero tampoco pasan con más asiduidad por el taller. Los ciudadanos llevan su vehículo para hacer lo imprescindible, aquello que afecta a la seguridad, pero a la que el del taller les dice que habría que mirar la suspensión, el usuario / ENTREVISTA “Nuestros talleres tienen un nivel espléndido: el oficial está amparado desde el punto de vista técnico por la marca respectiva y el independiente cuenta con una libertad absoluta que aprovecha para ofrecer lo mejor al usuario” espeta que ya pasará en otro momento. Esto se ha traducido en una caída entre un 15 y un 20%. Y además de esta caída de las ventas y de repa- raciones, ¿a qué otros retos se enfrentan nues- tras empresas? La falta de financiación. Hay que tener en cuenta que la mayoría de nuestras empresas son pymes que, para pagar la luz, el alquiler y las nóminas, necesitan un circulante con el que no cuentan si no reciben con fluidez una financiación. Una financiación que, hoy por hoy, no existe. Ése es un problema complementario que cierra el círculo negativo de lo que está ocurriendo en el sector. ¿Cuáles? ¿En qué sentido? El plan que pone en marcha el Gobierno no implica un gasto. Es una inversión. ¿Qué cree que deberían hacer las administracio- nes para reflotar la situación? La industria del automóvil siempre ha sido un sector corcho. Sin necesidad de nada, el sector sube o baja en función de cómo vaya la macroeconomía. Cuando hay una situación de bonanza económica, la gente resuelve los problemas de su casa e inmediatamente después compra un coche. Si, después de seis años, consiguiéramos que la economía española volviera a unas posiciones más positivas, automá- ticamente el sector subiría él solito, sin ayuda. Cuando se matricula un vehículo con ese plan, y el Gobierno pone, por ejemplo, mil euros —otros mil euros los sufraga el sector—, ese dinero tiene un retorno inmediato ya que el coche que se matricula al amparo de ese plan va a pagar un impuesto de IVA, un impuesto de circulación y un impuesto sobre combustibles, entre otros. El ministro de Industria reconocía hace poco que por cada euro que se destina a estos planes, la Administración recibe 2,1 euros. ¿Y mientras eso no sucede? Entiendo. Como dice, en cierto modo es una inversión... Sí, además, el sector del automóvil es importantísimo para la macroeconomía del país por su influencia en el PIB, por lo que implica en cuanto a empleo, en torno al 9%, y en lo relativo a exportaciones, ya que el 90% de lo que se produce en España viaja a otros países. Aun así, y pese a los planes de ayuda pasados y presentes, el sector ha perdido en los últimos tiempos entre 40 y 45.000 puestos de trabajo y 2.500 pymes, entre concesionarios y talleres de reparación. Pues necesitamos que el Estado, como está haciendo ya, ponga en marcha unos planes de ayuda para activar la demanda, que son imprescindibles. Tras varios años de planes, ¿cómo es nuestro parque de automóviles en la actualidad? Pues lamento decirlo, pero es el más antiguo de Europa, sólo superado por el de Grecia, con un 44% de vehículos con más de 10 años de antigüedad. Esto tiene una implicación directa y gravísima sobre la seguridad vial, la accidentalidad y el medio ambiente. En los últimos años, el sector de los talleres de reparación se ha contraído entre un 15 y un 20%. Tan imprescindibles como para cualquier otro sector, ¿no? Bueno, sí, todos los sectores tienen el mismo derecho, pero en nuestro concurren una serie de circunstancias que son específicas y que hay que tener en cuenta. / 5