sido posible gracias a Grupo Solitium, su partner tecnológico, que se ha valido de la tecnología de HP para hacer realidad la hiperaula. Un espacio “dinámico y fácilmente moldeable, capacitado con la tecnología inmersiva actual que estimule el aprendizaje, que impulse proyectos en los que participen los alumnos con una orientación y mentoría de un profesorado formado”, explican desde la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Extremadura. Un buen ejemplo de uso inteligente de la tecnología en el ámbito de la educación, pero no el primero. Ese honor lo ostenta la hiperaula de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, que formó parte de la iniciativa Reinvent The Classroom, y que se convirtió en la primera aula de referencia en términos de diseño, tecnología e innovación. Estos espacios están concebidos como áreas para la colaboración, la innovación y el acercamiento de la comunidad educativa a la realidad empresarial. Y responden, en el caso de las llamadas Aulas Atecas, al Plan de Modernización de las Aulas como una iniciativa estratégica del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, cofinanciada por el Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia (NextGenerationEU). Sin embargo, la digitalización de las aulas sigue siendo un reto. Por eso, empresas como Grupo Solitium, además de implementar la tecnología, orienta en las mejores soluciones en función de las necesidades de cada centro y periódicamente celebra jornadas de puertas abiertas para que los interesados puedan vivir la experiencia educativa que supone un Aula Digital. Las últimas se celebraron el pasado mes de julio en Alicante cuando Solitium convirtió su Sala Demo en un Aula Ateca con mobiliario, dispositivos y herramientas de trabajo colaborativo con las que a diario trabajan alumnos y profesores: realidad aumentada, impresión 3D, inteligencia artificial y soluciones que desarrollan la conectividad. “La tecnología y la funcionalidad del espacio favorecen el rendimiento pedagógico y el clima en el aula, mejora la motivación y las habilidades que necesitan los estudiantes para su futuro profesional”, asegura José Francisco Martínez, Regional Sales Manager de Solitium Levante y uno de los organizadores de estas jornadas. AULA ATECA Entre las aulas digitales que se pueden poner en marcha destaca la llamada Aula Ateca, que “combina servicios y tecnologías que permiten al centro educativo ofrecer experiencias de tecnología aplicada a sus alumnos con independencia de la familia profesional que estén cursando, y conectar a la comunidad educativa con la realidad del sistema productivo”, explican desde Grupo AE, una consultora especializada en la innovación educativa. Para poner en marcha un aula de estas características, el centro interesado necesita contar con un espacio que permita reproducir situaciones reales del sector productivo, que consiga que los alumnos adquieran las competencias más demandadas en la empresa y potenciar sus habilidades. Las aulas deben equiparse con mobiliario polivalente y flexible; dispositivos tecnológicos como equipos de computación avanzada, soluciones móviles, impresoras 3D, kits de robótica, dispositivos de inteligencia artificial, y equipamientos relevantes para la formación; disponer de software y aplicaciones educativas; y formar al equipo docente, porque son ellos, los profesores y profesoras, los primeros en conocer el uso de estas tecnologías y las nuevas metodologías. Además, un aula digital suele dividirse en cuatro zonas: Stage, o área performance, usada para la puesta en común y la exposición de proyectos; Thinking, o área de pensamiento y brain storming, en la que se puede promover la colaboración; Design, el espacio individual que permite crear y producir proyectos; Maker, o el lugar para aprender haciendo, en la que podemos encontrar las soluciones de realidad virtual, 3D, simuladores, etc. n 51 TECNOLOGÍA
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx