50 DISEÑO ESPACIOS El llamado “tercer maestro” se convierte en una figura clave para el aprendizaje en la era digital ¿Es posible fomentar el aprendizaje y el bienestar físico y psicológico rediseñando las aulas tradicionales? La evidencia científica dice que sí. Las aulas tradicionales, organizadas generalmente en filas y columnas de sillas y mesas ante la mesa del profesorado y la pizarra, ya no responden a las expectativas y necesidades educativas actuales. UOC La era digital demanda nuevos diseños de espacio para el aprendizaje. Tanto que esos espacios innovadores pueden considerarse el “tercer maestro”, una figura clave que influye en la experiencia del aprendizaje del estudiantado. El grupo de investigación Smart Classroom Project, de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), analiza ahora, mediante un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, la relación entre los espacios escolares innovadores y las prácticas docentes. “Queremos ver cómo estas prácticas se desarrollan en ellos y cómo afectan a los resultados de aprendizaje”, explica Guillermo Bautista, investigador del proyecto El tercer maestro en la era digital: análisis de la relación entre espacios escolares innovadores, prácticas docentes y resultados de aprendizaje. Tanto estudios anteriores del grupo de la UOC como los de otros grupos en el ámbito internacional ya han definido modelos de espacios que ayudan a aprender mejor, “pero es necesario profundizar en obtener evidencias sobre cómo afectan estos espacios a factores tan importantes para el aprendizaje como la actuación del profesor o profesora, el aprendizaje colaborativo, la motivación, la proactividad durante el aprendizaje y el engagement, entre otros, así como a procesos cognitivos como la memoria o la atención”, afirma Bautista. LABORATORIO “EN VIVO” Si el mobiliario tiene ruedas y se puede plegar fácilmente, ayuda a conseguir un espaciomás flexible y a poder cambiar la actividad de aprendizaje durante la misma sesión u ofrecer diferentes disposiciones según la actividad. Al igual que las mesas circulares fomentan la comunicación e interacción colaborativa entre grupos pequeños. Son ejemplos de cómo influye la disposición y el mobiliario del aula en el bienestar y el aprendizaje. El grupo de investigación Smart ClassroomProject ha podido comprobarlo en más de veinte centros educativos donde ha renovado aulas en los últimos cuatro años y que sirven como “laboratorio en vivo” para este proyecto. Hasta la fecha, las impresiones del personal docente son positivas. En las evaluaciones realizadas mediante instrumentos validados, los resultados concluyen que los espacios, según el personal docente, “son realmente mucho mejores en todos los factores medidos que los de las aulas ordinarias en las que han trabajado antes”, indica Anna Escofet, profesora de la Facultad de Educación de la Universitat de Barcelona y también investigadora en este proyecto, y añade que estas evaluaciones validan tanto el proceso como el modelo de espacio obtenido y permiten extraer unas primeras conclusiones. Por ejemplo, que no existe un modelo de aula único aplicable a todas las escuelas, espacios y proyectos educativos.
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