TI41 - Equipamiento para centros educativos

52 TECNOLOGÍA ChatGPT, ¿aliado o enemigo de las aulas? El uso de aplicaciones como ChatGPT podría iniciar un cambio en el modelo educativo actual si se integrara de la forma adecuada en el sistema. Los expertos advierten de que esta aplicación no es infalible y suele cometer errores en razonamientos de tipo lógico o matemático. UOC Se lanzó a finales del año pasado, y en solo cinco días ChatGPT ya superaba el millón de usuarios, según anunciaba Greg Brockman, presidente y cofundador de OpenAI, la empresa que ha desarrollado esta aplicación entrenada para conversar con humanos. Según los expertos, la aparición de este sistema de inteligencia artificial (IA) plantea un escenario en el que incluso podría sustituir a los buscadores tradicionales a medio plazo, y también podría iniciar un cambio significativo en el modelo educativo actual si se integrara de la forma adecuada en el sistema. Sin embargo, también ha habido reacciones en contra del uso de esta aplicación en las aulas. Así, mientras en las escuelas de Nueva York prohibían su uso a principios de este año por considerar que puede tener un impacto negativo en el aprendizaje, gran parte del colectivo educativo cree que ese tipo de decisiones no tienen sentido. “Es normal que a corto plazo pensemos en estrategias defensivas, como prohibirlo o intentar buscar soluciones antiplagio. Sin embargo, me temo que esto solamente tiene sentido de forma temporal. El cambio de metodología es obligatorio y la educación deberá convivir con la IA del mismo modo que convive con Google o con la Wikipedia”, señala Guillem Garcia Brustenga, experto del eLearning Innovation Center (eLinC) de la UOC, quien afirma que nos encontramos ante una alteración de mucha importancia y que la situación actual comportará una transformación metodológica. “Es nuestra responsabilidad que este cambio sirva para personalizar la experiencia de aprendizaje para cada estudiante y mejorar la eficiencia y efectividad de la educación. El reto es ilusionante para instituciones abiertas al cambio o alarmante si no lo están”, afirma. CÓMO FUNCIONA Pero, ¿cómo funciona ChatGPT? Como explica Robert Clarisó, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC y director del máster universitario de Ingeniería Informática, ChatGPT es lo que se llama un “modelo de lenguaje”, una red neuronal a la que se ha entrenado con grandes volúmenes de texto para que sea capaz de detectar patrones. Así, partiendo de un texto de entrada, busca predecir qué palabras permitirían continuar el texto. “Si el texto de entrada es una pregunta, ChatGPT propondrá una respuesta a dicha pregunta. Este enfoque es muy flexible y permite a ChatGPT resolver muchos tipos de tareas: escribir un currículum, resumir un texto, explicar un error en un programa... Solo hay que darle a ChatGPT una descripción de la tarea que debe realizar y dejar que complete el texto”, indica el profesor de la UOC, que añade que para usarlo únicamente hace falta registrarse en la página web de OpenAI sin coste alguno. Sin embargo, también tiene sus limitaciones. “En el fondo, ChatGPT es un sistema que predice cómo completar frases, pero no construye un conocimiento sobre lo que está diciendo ni sabe razonar con la información de la que dispone”, advierte Robert Clarisó. El error más común de ChatGPT es lo que se llama “alucinación”: incorporar información a una respuesta que sea totalmente inventada. Por ejemplo, si le pedimos que escriba la biografía de una persona desconocida, ChatGPT no nos dirá que no puede Foto: Freepik.

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