TRIBUNA DE OPINIÓN 14 La tecnología en el aula: una parte fundamental también en el aprendizaje de idiomas Jorge Calvo, profesor y director de Tecnología e Innovación en el Colegio Europeo de Madrid. Si hoy por hoy podemos asegurar algo con certeza es que ya no nos imaginamos la vida sin la tecnología. Y es que, aunque en muchos lugares del mundo, esta todavía no esté tan implantada en el día a día y la vida cotidiana, lo cierto es que, para nosotros es una pieza fundamental y con la cual ya nos sería muy difícil acostumbrarnos a vivir sin ella. Sin duda, en nuestro país tenemos al alcance una tecnología muy desarrollada que, cada día, nos ayuda a realizar acciones y funciones de una forma mucho más rápida y sencilla, cambiando tanto nuestros hábitos como nuestras vidas. Esto, además, se incentivó con la pandemia y la llegada del confinamiento donde, desde nuestras casas, asumimos nuevas costumbres como, por ejemplo, las compras online en cualquier sector, desde el supermercado hasta la ropa, a la manera de comunicarnos con nuestros seres queridos. La tecnología se ha convertido en una herramienta muy importante para todos los sectores y, cómo no podía ser de otro modo, también en el de la educación donde, por supuesto, todo cambió también en 2020 con la llegada de la COVID-19 y las obligadas clases online. Así pues, que la tecnología forma una parte esencial también del sistema educativo y de muchos modelos de enseñanza es una realidad que no podemos negar. De hecho, según varios estudios sobre el uso de las tecnologías, más del 70% de las aulas las utilizan en sus clases diarias y esto se debe a la gran cantidad de beneficios que estas aportan en el aprendizaje diario de los niños. Aparte del beneficio más conocido y común, que, sin duda, surgió en la pandemia, y es la posibilidad de retransmitir o llevar a cabo clases de manera virtual, las tecnologías ayudan en la motivación diaria de los niños, y, por lo tanto, sus ganas de ir al colegio, debido a los elementos interactivos que utilizan las tecnologías. También, favorecen el desarrollo de capacidades como la solidaridad, la cooperación y el trabajo en equipo, ya que es mucho más sencillo organizar y llevar a cabo tareas grupales. Por otro lado, hay que destacar que estas también presentan muchos beneficios para los profesores. En primer lugar, mejora la interacción con el alumnado y la comunicación con toda la clase, y, en segundo lugar, es mucho mas sencillo para los docentes extraer datos y poder llevar a cabo una evaluación diaria de cada alumno de manera individual. Sin embargo, aunque muchos piensan que las tecnologías potencian el aislamiento del estudiante, está totalmente demostrado que ayudan en la colaboración y comunicación con los compañeros. Gracias a estas, los niños se pueden conectar desde cualquier lugar, a la hora que deseen, con sus compañeros, facilitando tanto el estudio común como la realización de proyectos grupales. Por ello, es muy importante que entendamos que las nuevas tecnologías en el aula no vienen a sustituir ni a alumnos ni a docentes, sino que han llegado para enriquecer la educación y la motivación de los estudiantes.
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