193 MATERIAL DURO • NIEVE El esquí de montaña, también conocido como esquimo o skimo, ha ganado popularidad a pasos agigantados en la última década. Se trata de una modalidad que combina la ascensión por terrenos montañosos nevados, utilizando pieles de foca adheridas a la base de los esquís, con descensos técnicos por áreas no balizadas. Esta actividad permite a los esquiadores moverse por terrenos salvajes, apartados de las rutas convencionales, y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. El esquí de fondo, o cross-country, tiene una larga historia como deporte en las zonas nórdicas, pero en los últimos años ha experimentado un resurgimiento en popularidad en otras partes del mundo. Al igual que el esquí de montaña, el esquí de fondo ofrece una experiencia más cercana a la naturaleza y es altamente efectivo para mejorar la resistencia cardiovascular y la fuerza. Se practica en terrenos más planos o con suaves pendientes, y aunque en ocasiones puede realizarse en áreas preparadas, muchas personas eligen circuitos naturales para conectar con el entorno de manera más profunda. Ambas modalidades comparten una serie de características que las hacen atractivas para quienes buscan una alternativa al esquí tradicional en pistas. Primero, su enfoque en el esfuerzo físico: tanto el esquí de montaña como el esquí de fondo requieren un trabajo muscular constante, con especial énfasis en la parte inferior del cuerpo, pero también implican el core y los brazos, sobre todo en el esquí de fondo. Además, ofrecen una conexión más cercana con la naturaleza,
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx