80 CALZADO CA Cualquier modelo de zapato pensado para actividades outdoor tiene como misión principal proteger el pie. En todos los sentidos. Protegerlo del terreno, del frío, del calor, del viento, del agua… Si el pie está protegido, si nuestro confort no se ve amenazado, ya tenemos mucho ganado. Pero ojo, también hay que tener muy claro que proteger en exceso puede ser tan malo como hacerlo en defecto. Hay miles de actividades outdoor... y hay miles de tipo de calzado outdoor. Y para una práctica segura y placentera, hay que elegir un tipo de calzado acorde con el uso que vamos a darle. Es una obviedad, claro, pero la montaña esta llena de gente que confunde senderos con ochomiles y luego pasa lo que pasa. La variedad, insistimos, es muy grande. Es cierto que cuando hablamos de calzado outdoor pensamos generalmente en zapatillas de trekking, senderismo o en botas de montaña, pero ampliando la mirada nos encontraremos con una gama de productos mucho más extensa. Tantos, seguramente, como modalidades hay. Y son muchas. En la escalada, por ejemplo, encontramos el calzado más específico, los llamados pies de gato, que se funden con la forma de los pies y se adaptan a los recovecos de la pared. También encontramos modelos específicos para actividades como el descenso de cañones, el barranquismo o la espeleología, en los que el calzado, una vez más, se diseña en función de las necesidades de la actividad. Las zapatillas ligeras y que además evacuan el agua rápidamente están diseñados específicamente para descender cañones y barrancos, con una buena amortiguación y agarre. En el caso de la espeleología encontraremos calzado cómodo pero robusto y resistente, capaz de rendir en las duras condiciones que nos podemos encontrar bajo tierra. Son dos muy buenos ejemplos de que, a cada actividad, un calzado específico. Porque sí, es obvio que hay modelos muy versáti- © AKU
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