El textil es una de las categorías más importantes dentro del universo outdoor. Como hemos dicho en muchas ocasiones, cada producto que llevemos a la montaña cuenta, pero es obvio que la ropa juega un papel clave. Por eso hay tanta oferta y por eso hay tantas categorías. Y como siempre, lo importante, es saber exactamente qué necesitamos para lo que vamos a hacer. Es evidente que para darse una vuelta por un lado no necesitamos lo mismo que para subir un 4.000, pero siempre es recomendable, por muy accesible que sea nuestra salida, apostar por prendas. Y, sobre todo, no hay que olvidar que, en muchas de nuestras venturas, el tiempo puede cambiar repentinamente y eso, en según que situaciones, puede ser un contratiempo grave si no vamos preparados. A 200, 1000 o 4.000 metros, el “objetivo” de nuestra ropa tiene que ser el mismo: evitar que nuestra temperatura corporal baje o suba en exceso. No hay más secreto. El cuerpo tiene unos mecanismos para autorregularse (como sudar para evitar sobrecalentamiento o temblar calentar el cuerpo) pero éstos tienen, también, límites. Y aquí es donde emerge la importancia del textil, que debe ser el mejor aliado para ayudarnos a mantener el confort cuando el frío, el viento, el agua o el calor amenazan nuestro rendimiento. Y de la misma manera que es importante seleccionar adecuadamente la vestimenta, también lo es saber cómo y cuándo utilizar cada prenda. Y aquí es donde cobra sentido la conocida teoría de las tres capas, que nos ayudará a crear alrededor de nuestro cuerpo un microclima confortable y capaz de ajustarse a la temperatura y a la intensidad del esfuerzo que estamos realizando. Primera capa: Una segunda piel para evacuar el sudor La primera capa, como bien dice su nombre, es la que está en contacto con nuestra piel. Su principal finalidad es ayudar al cuerpo a evaporar el sudor de nuestro cuerpo, a mantenernos secos y a una temperatura confortable. Por esta razón, la prioridad es que se trate de una prenda muy transpirable, que absorba el sudor de nuestro cuerpo y seque rápidamente para no tener sensación de humedad. No tenemos que olvidad que es importante que sea cómoda y que garantice una buena libertad de movimientos. Es importante evitar las camisetas de algodón que se empapan con facilidad, acelerando la pérdida de calor. La mayoría de marcas, en este sentido, apuestan por el poliéster, un tejido extremadamente transpirable e hipoalergénico. Y lo más común es que se combine con elastán sobre todo en prendas ajustadas o de compresión y con tejidos que incorporan iones de plata, que aportan a la prenda una capacidad antimicrobiana y evitan los malos olores. También se ha recuperado la lana sobre todo merino por 16 TEXTIL TE
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