TE283 - Tierras Agricultura

DOSSIER / Agri 283 80 25-29 FEBRERO/FEBRUARY ZARAGOZA - ESPAÑA/SPAIN FIMA2020 El trabajo realizado en estas últimas décadas en el estudio del clima indica que van a continuar los cambios, tanto en el régimen de temperaturas como en el de precipitaciones. Esto podría ocasionar alteraciones no sólo en la fenología de la vid, sino también en los patrones de enfermedades y plagas, en el potencial de maduración y, en definitiva, en la calidad de la uva y en el rendimiento en mayor o menor medida. Estos cambios incluyen la frecuencia e intensidad de determinados fenómenos climáticos adversos, como sequías o inundaciones, que pueden tener consecuencias importantes en la viticultura; algunas proyecciones realizadas en España parecen indicar un aumento tanto de los períodos de sequía como los de las lluvias torrenciales y de las inundaciones. A corto plazo, se verían afectados la calidad y el estilo del vino y, a largo plazo, podrían afectar a la idoneidad de las variedades o a la sostenibilidad de las regiones vitivinícolas tradicionales. TI.- ¿Cómo afectarán al valle del Duero? Y, dentro del Duero, ¿cuáles serán las zonas más afectadas y qué consecuencias tendrá el cambio? V.S.R.- La diversidad climática del valle del Duero hace que sea un lugar privilegiado para que se produzcan vinos de características muy diferenciadas; a esta diversidad hay que añadir la elevada variabilidad climática interanual y la notable amplitud de valores diarios extremos. En el viñedo, la intensidad de estos fenómenos da lugar a las variaciones interanuales de calidad y rendimiento en cada añada. Las proyecciones climáticas para la década de los 2050 indican un aumento de la temperatura, una gran variabilidad de la precipitación y un gran aumento de las olas de calor y sequía en gran parte de España, así como una mayor frecuencia de episodios extremos, heladas y pedriscos, con grandes diferencias regionales debido a su compleja topografía. La evaluación de los efectos en un lugar determinado exige una caracterización y evaluación a través de diferentes escalas espaciales y temporales. Las condiciones de temperatura estacionales son extremadamente dinámicas en el tiempo y fuertemente influenciadas por las condiciones atmosféricas anuales. Las características del lugar (altitud, orientación, pendiente) tienen un efecto notable y marcarán diferencias en el futuro. Pero es preciso hacer estudios de modelización con alta resolución espacial y teniendo en cuenta otros factores de producción, como son la profundidad y fertilidad del suelo, el régimen de vientos, las temperaturas, medias y mínimas, y la disponibilidad de agua. En algunos trabajos realizados con las proyecciones en España se estima que a medida que transcurren los años, los climas más cálidos ascienden por los valles, llegando a haber cambios en la clasificación hasta la parte alta: en el Duero, hasta Burgos y Soria. El análisis del índice de frescor nocturno muestra que las zonas montañosas del Sistema Central y del Ibérico serían zonas frías. Con la proyección del índice de sequía, se observa como las zonas más secas van aumentando a medida que pasan los años e incluso gran parte del valle del Duero, para mediados del siglo XXI, podría cambiar hacia climas secos o muy secos. Dentro de cada una de las zonas habría variaciones debido a la existencia de diversos microclimas o la existencia de zonas de transición. El cambio climático plantea riesgos importantes para la producción vitivinícola, de manera que unas nuevas condiciones climáticas pueden favorecer el desarrollo de la vid en zonas donde actualmente no es posible su culti-

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