DOSSIER / Agri 283 36 25-29 FEBRERO/FEBRUARY ZARAGOZA - ESPAÑA/SPAIN FIMA2020 El gasto en riego se habría reducido hasta los 6.500 m3 que actualmente se necesitan en una hectárea con sistema de pívot, gracias en buena medida a las nuevas fuentes de energía que han aparecido. No hace tanto tiempo, en los sistemas de riego a manta se consumían más de 10.000 m3/ha por campaña, y eso haría que el cultivo fuera claramente inviable. Las primeras líneas de aspersión móviles que se fueron instalando ayudaron a rebajar esas cifras a 9.000 m3, y las coberturas totales las redujeros por debajo de los 8.000 m3. Ahora, con los pivots que trabajan a bajas presiones se consiguen consumos que no superan los 6.500 m3. Otro factor que se mencionó fue el nivel de captura de CO2 que alcanza este cultivo y que es capaz de mitigar emisiones a la atmósfera y por ello tener un reconocimiento medioambiental por parte de las administraciones. La ponencia introductoria a la mesa de debate señaló además la importancia la extensificación del cultivo en las explotaciones de los socios. Desde 2011 la superficie media de cultivo ha pasado de algo más de 5 hectáreas a más de 7 hectáreas por cultivador registradas en el año 2018. Según Jiménez, este aumento resulta beneficioso ya que “equilibra la rotación y mejora la eficiencia de la explotación y diluye sus costes fijos”. Finalmente se hizo alusión a la importancia de la digitalización en un cultivo como la remolacha, dado que se trata de un cultivo social que puede romper la brecha digital y estimula la incorporación o el mantenimiento de jóvenes en la actividad agraria. Por otro lado, el uso de estas herramientas contribuye a un uso más eficiente de los recursos hídricos, energéticos e insumos… Permitirá realizar una vigilancia constante del cultivo, ayudando a la detección precoz de los problemas fitosanitarios, o de cualquier otro tipo de carencia, ayudando a resolverlas más rápidamente y con menores costes, tanto económicos, como medioambientales. Será, por tanto, un cultivo más sostenible, que es el principal reto de futuro al que se enfrenta toda la agricultura. El coloquio posterior contó con la presencia de tres socios de ACOR: CONCHITA GONZÁLEZ, NURIA ALONSO Y PEDRO ANTONIO ALONSO, quienes compartieron con el público asistente sus ideas y reflexiones acerca del futuro del cultivo. Pedro Antonio Alonso aludió a que resulta “muy complicado ajustar aún más los costes derivados de la fertilización”, mientras que le preocupa los ataques de cercospora que se han sufrido en las últimas campañas. Además, cree que la mejora en la rentabilidad del cultivo pasa por “reducir los costes energéticos derivados del riego”, poniéndose él mismo como ejemplo en la utilización de energía solar fotovoltaica. Como idea para el futuro sugirió la posibilidad de aumentar la riqueza de la remolacha vía mejora de las variedades actuales. En el caso de Nuria Foto 6a, 6b y 6c. Mesa ‘DIÁLOGOS SOBRE EL FUTURO DE LA REMOLACHA‘ con cultivadores de éxito: Conchita González, Nuria Alonso y Pedro Antonio Alonso, tres ejemplos de socios de ACOR que demuestran que la REMOLACHA tiene futuro y es rentable.
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx