Tierras nº 283 (año 2020) 112 P. integerrima era tolerante a la enfermedad. Se lanzó al mercado en 1980 como Pioneer Gold, y supuso una auténtica revolución en el sector. Su buena adaptación a las condiciones climatológicas y de los suelos californianos, sumado a la tolerancia a Verticillium provocaron que en 1999 Pioneer produjese un millón de estos portainjertos para satisfacer la demanda de los productores. La empresa continuó su crecimiento ofreciendo semillas de PG1 (Pioneer Gold 1) y UCB1. El portainjerto UCB-1 fue desarrollado por la Universidad de Berkley a partir de polen de Pioneer Gold, seleccionado por su resistencia a la verticilosis, y de P. Atlantica como parental femenino, debido a su resistencia al frío. UBC-1 es un portainjerto muy extendido y produce árboles más grandes que Pioneer Gold. Mientras tanto, el Vivero Pioneer siguió llevando a cabo su programa de mejora y obtuvo en 1990 el patrón Pioneer Gold 2 (PGII). La propagación del pistachero mediante estaquillado es complicada, por lo que PG1, PGII y UCB-1 estaban disponibles en el mercado como semillas germinadas. La única ventaja de la propagación por medio de semillas es la obtención de una población variada genotípicamente, lo cual puede ser una ventaja en lo que a resistencia a patógenos se refiere. Cada árbol tiene una proporción variable de genes resistentes, de esta forma, la plantación tiene más posibilidades de sobrevivir a un brote o un ataque de un patógeno. La gran desventaja de la multiplicación principalmente en los primeros años de establecimiento del cultivo. Como consecuencia de lo citado anteriormente, el portainjerto Platinum es capaz de entrar rápidamente en producción y de alcanzar unas elevadas producciones. Jeb recuerda una de las primeras parcelas que puso con este portainjerto. En el 5º verde esperaba una producción aproximada de unos 560 kg/ha. Cuando la recolección había terminado, observaron el potencial de este portainjerto: 1.233 kg/ha en el 5º verde y más de 2.465 kg/ha en el 6º. LA INNOVACIÓN EN EL VIVERO PIONEER Los fundadores del vivero siempre han tenido un carácter innovador. El descubrimiento de un nuevo portainjerto supuso un bálsamo para el sector del pistacho en California en los años setenta. Al mismo tiempo, las plantaciones de pistacho sufrían de Verticillium. Enfermedad fúngica cuyas estructuras de protección son capaces de permanecer latentes durante un gran periodo de años en el suelo. Los árboles sobreviven unos cuatro años, después de este periodo se observa un decaimiento generalizado del árbol. Los árboles debían de ser reemplazados en un porcentaje alto, de forma que no era rentable para los productores. Los fundadores de Pioneer, Corky Anderson y Ken Puryear, buscaron patrones de pistacho resistentes a verticilosis. Se reunieron con el director del Centro de Introducción de Plantas de Chico (California), y testearon numerosas especies de pistacheros en macetas inoculadas con el patógeno. Después de unos años, concluyeron que Frutos secos
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