Tierras 89 nº 282 (año 2020) Remolacha nómicos muy prometedores y una reducción considerable de tratamientos fungicidas. Se ha pasado de aplicar 5 tratamientos fungicidas a aplicar 2 ó 3, dependiendo de la parcela. Esto supone un ahorro para el agricultor, una mayor comodidad al tener que entrar menos veces a la parcela para tratar y una mayor sostenibilidad ambiental por la menor incorporación de agroquímicos al campo. El control de la amarillez también es un proyecto muy interesante. Desde la prohibición en Europa del uso de neonicotinoides, el agricultor tiene total desconocimiento sobre lo que debe hacer o las herramientas que existen para tener un buen control del pulgón que transmite la virosis amarilla. Para dar solución a este problema, el año pasado comenzamos un proyecto comunitario entre todos los agentes del sector remolachero-azucarero (agricultores, gobiernos regionales, semillistas, institutos de investigación como ITACYL y NEIKER, AIMCRA, AZUCARERA y ACOR) con el objetivo de buscar alternativas y formar a los agricultores y técnicos. Nos hemos centrado en tres líneas de trabajo: genética, insecticidas y redes de alertas. Durante el año pasado testamos 12 variedades que están en desarrollo, resistentes a la amarillez. Hemos visto cómo el comportamiento de algunas es bastante bueno, pero en rendimiento todavía se encuentran por debajo de las convencionales. Estamos seguros que en breve tendremos este tipo de variedades disponibles en el mercado. También hemos testado insecticidas que están aprobados en otros cultivos y otros países, con el objetivo de conseguir que se puedan usar también en España. Este año, como novedad, queremos montar una red de alertas en cada una de las zonas y unas sesiones formativas. Es muy importante que los agricultores conozcan qué productos deben usar y el momento adecuado de aplicación, que nos lo indicará esta red de alertas. MEJORA EN LA EFICIENCIA DEL RIEGO En cuanto al riego, hemos avanzado mucho pero todavía tenemos mucho camino por recorrer. Las soluciones propuestas son de dos tipos: 1º.- La sustitución de las fuentes de energía convencional (diésel y electricidad de red), por energía fotovoltaica producida en la propia explotación (Proyecto riego solar). 2º.- La implantación de medidas de eficiencia energética y la mejora de las condiciones de contratación con las compañías eléctricas. Mediante ambos sistemas se consiguen ahorros en el coste del riego de entre un 50% y un 75%. Incluso, en el caso del riego solar el ahorro alcanza el 100% una vez amortizada la instalación en tan sólo 5 ó 6 años. Desde 2016 AIMCRA ha prestado un servicio personalizado de asesoramiento en estos dos puntos, siendo numerosas las explotaciones donde se han llevado a cabo mejoras con el consiguiente ahorro de costes. AIMCRA sigue ofreciendo este servicio a todos sus socios. ● El sistema es capaz de mantener la presión y caudal constante en riegos por aspersión de cualquier tamaño, minimizando el uso de energías convencionales y sin necesidad de almacenar energía en baterías o acumular agua en grandes balsas. ● La instalación es compatible con cualquier Trampa de agua tipo Moericke. Gráfico 1.- Resultados de los ensayos realizados por Aimcra sobre la tendencia de la polarización en función de las dosis de abonado nitrogenado. (Fuente: Aimcra).
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