Nº 282 44 COSTES Y EFICIENCIA DEL MAÍZ ¿DÓNDE SE PUEDE RECORTAR GASTOS? ¿CÓMO SUBIR LAS PRODUCCIONES? V JORNADA INTRODUCCIÓN En el número 275 de esta revista ya se citó que la malas hierbas en el maíz pueden causar una pérdida de rendimiento superiores al 15% y que pueden llegar hasta el 50% en caso de infestaciones importantes en densidad o en tiempo. Es por esto que el control de las malas hierbas, sea mediante métodos no químicos o mediante herbicidas resulta una práctica indispensable en el cultivo. En la actualidad, el control de las malas hierbas debe integrarse en el marco de la Gestión Integrada. Para ello, y de acuerdo con el RD 1311/2012 sobre uso sostenible de los productos fitosanitarios, deben seguirse las indicaciones contenidas en la Guía publicada por el Ministerio de Agricultura; esta se debe utilizar siempre como documento de referencia. En ella se define la gestión integrada de malas hierbas como “el examen cuidadoso de todos los métodos de protección vegetal disponibles y posterior integración de medidas adecuadas para evitar el desarrollo de poblaciones de organismos nocivos y mantener el uso de productos fitosanitarios y otras formas de intervención en niveles que estén económica y ecológicamente justificados y que reduzcan o minimicen los riesgos para la salud humana y el medio ambiente”. Y es aquí donde las herramientas de agricultura de precisión, lo que se conoce ahora como Agricultura 4.0, pueden jugar un papel relevante. Por agricultura de precisión entendemos todas aquellas tecnologías que nos permiten tomar decisiones y aplicar insumos de forma variable a nivel intraparcelario. La aplicación variable de fertilizante se lleva desarrollando y utilizando desde hace ya varios años ya que la técnica se ha demostrado como relativamente “fácil” de aplicar. En base a mapas de fertilidad de suelo o in situ, utilizando sensores capaces de medir el NDVI del cultivo, las abonadoras son IPMWise, hacia un control de malas hierbas 4.0 en maíz Montull JM.2, Llenes JM.1, Taberner A3 1Servicio de Sanidad Vegetal. 2Grupo de investigación en Malherbología y Ecología Vegetal. ETSEA. Agrotecnio 3Dr. Ingeniero agrónomo Rovira Roure, 191. 25198. Lleida capaces de aplicar dosis diferentes de fertilizante, con lo que se consigue el objetivo propuesto. Las primeras experiencias de las aplicaciones a dosis variable de insecticidas y fungicidas a cultivos altos, como frutales, viñedos y olivo, están teniendo también resultados prometedores. En este caso, se varía la cantidad de caldo aplicada según el volumen de vegetación a cubrir, sin variar la concentración de sustancia activa en el caldo. Así, se consigue aplicar la dosis mínima necesaria en cada hoja para conseguir el efecto deseado. En el caso de aplicaciones de herbicida en pre-siembra de cultivos extensivos cuando se utilizan productos no selectivos, como el glifosato, también se comercializan diversas soluciones para su aplicación de forma que la boquilla solo se activa cuando el sensor detecta la vegetación a pulverizar. Así nos aseguramos que solo se aplica el herbicida cuando realmente es necesario, evitando aplicaciones al suelo desnudo y minimizando el coste ambiental. Sin embargo, la aplicación de herbicidas selectivos durante el cultivo es más compleja desde el punto de vista de su aplicación variable por varios factores: - A nivel parcelario se presentan normalmente varias especies diferentes de malas hierbas, que pueden ser muy distintas entre sí desde el punto de vista fisiológico. Figura 1. Comparativa entre eficacias reales obtenidas en campo y predichas por IPMWise para un herbicida concreto a dos dosis y en un estado fenológico concreto.
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