TE281 - Tierras Agricultura

nº 281 89 ‘LA GESTIÓN DEL VIÑEDO EN EL INVIERNO’ II JORNADA TÉCNICA Y DE CAMPO perder el color a las hojas. Para ello podemos aprovechar el pase de cultivador que solemos realizar para eliminar las roderas de la maquina o de los tractores de vendimia. Es una manera rápida de recorrer la parcela pasando por todas sus calles. Según vamos encontrando plantas con síntomas las marcamos con cinta, etc. y si es recomendable poner una marca con cinta aislante de un color concreto en el viento de los cabeceros, para identificar en que líneos tenemos cepas marcadas. Cuando en nuestra parcela tenemos que eliminar plantas afectadas por enfermedades de madera, tenemos que seguir unas pautas de manejo que reduzcan al mínimo la posibilidad de esparcir esporas que puedan infectar el resto de las plantas que presumimos sanas ya que no han mostrado síntomas de enfermedad. Por ello, no haremos coincidir la eliminación de las plantas enfermas con la presencia de heridas de poda recientes en las plantas sanas. Entre la opción de eliminar dichas plantas antes o después de podar dicho viñedo, consideramos que es preferible hacerlo antes, para evitar que las esporas que inevitablemente se liberan al manipular los restos puedan establecerse en dichas heridas. Estudios recientes parecen demostrar que la cantidad de esporas presentes en el ambiente es menor en los meses más fríos del invierno, por lo que recomienda eliminar dichas plantas en diciembre o enero, y, lógicamente, evitar los días de lluvia para esta actuación. Los restos de plantas enfermas hay que eliminarlos lo antes posible, teniendo especial cuidado en eliminar todos los restos, no solo los troncos o brazos, sino también los sarmientos. Una vez arrancados los retiraremos a una zona apartada del viñedo, y procederemos a su quema inmediata. Se debe evitar almacenar dichos restos de poda y/o cepas muertas en zonas próximas a viñedos. En el caso de que tengamos plantas con síntomas leves, y que no consideremos necesario su arranque, se deben marcar de una manera permanente, que dure en el tiempo, para podar estas de manera independiente tanto este invierno como los sucesivos, aunque algún año no muestren los síntomas. La poda de estas plantas hay que separarlas en el tiempo del resto de plantas de la parcela, ya sea de manera temprana o tardía, deberemos retirar los sarmientos inmediatamente, y es recomendable aplicar con un pulverizador manual algún producto preventivo sobre las heridas de poda y las partes permanentes próximas a los cortes. Para reducir el impacto de las enfermedades de madera debemos empezar a actuar de manera preventiva desde el primer año de la plantación, por lo que habrá que establecer unas pautas que debemos mantener en el tiempo. ● Minimizar el número de heridas de las cepas en general, sobre todo en partes perennes de la planta, que provoquen necrosis que son susceptibles a infecciones por hongos de madera (eliminación de chupones, daños por vendimia mecánica, daños por heladas, etc.) ● Disminuir en lo posible el número y tamaño de las heridas de poda. ● Evitar podar las plantas en periodos de humedad. ● Aumentar la longitud de varas y pulgares en las cepas podadas para minimizar la penetración de hongos en la madera perenne. ● Protección preventiva de las heridas de poda Un momento de la prepoda. Un momento de la poda.

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