nº 281 78 ‘LA GESTIÓN DEL VIÑEDO EN EL INVIERNO’ II JORNADA TÉCNICA Y DE CAMPO Destacó que se trata de enfermedades complejas, de gestión difícil, que requieren la combinación de muchas estrategias. Recordando, en ese sentido, que son enfermedades plurianuales, en las que los síntomas foliares no se expresan todos los años, que existe un periodo de latencia en el cuál la planta es productiva [“sana”] y no presenta una sintomatología evidente, y que son la consecuencia de numerosos agentes causales: especies fúngicas diversas Destacó también que, dada la importancia que estas EMV han ido adquiriendo y la dificultad para hacerles frente de una manera definitiva, era muy conveniente establecer pautas preventivas que eviten todo lo posible su contagio, destacando entre ellas: - El adquirir material vegetal de calidad. Certificación. - Realizar prácticas culturales y de manejo del viñedo, marcando y destrucción de madera afectada, tanto las plantas con síntomas como eliminando los restos de poda. - Y, especialmente, realizar tratamiento preventivo de invierno para protección de heridas de poda, con el objetivo claro de evitar nuevas infecciones. Destacó también que se están llevando a cabo en esta materia diversos trabajos de colaboración en los principales centros de investigación públicos de España, entre los que destacó el desarrollo de estudios de epidemiología de las EMV para analizar los factores fitotécnicos, climáticos o de manejo del suelo que inciden en su evolución y que provocan los daños foliares de las plantas, que son los que en último término causan las pérdidas de producción y el deterioro de las viñas. Por su parte, Enrique Barajas (técnico de ITACYL), expuso los datos resultantes de la investigación que el ITACYL viene realizando en relación con las EMV en todas las zonas de vino de esta región, para determinar su naturaleza y grado de incidencias. El estudio, realizado sobre un total de 728 parcelas el primer año y de 566 el segundo, con análisis de 200 cepas de cada parcela, estableció que el 2% de las viñas de la región están afectadas por EMV, un nivel que no parece muy alto, pero que resulta más alarmante si se tiene en cuenta que casi el 55% de los viñedos castellanos y leoneses tienen algún tipo de afección de EMV. Entre los datos obtenidos en aquel trabajo, destacó que: - De todas las zonas analizadas, son la DO Toro, La DO Tierra del Vino de Zamora y la DOP Cebreros, la que tienen más incidencia de EMV - Las variedades más sensibles a EMV son la garnacha tintorera, la garnacha normal y la tempranillo. Las variedades tintas han mostrado más afectación que las blancas en ambos años de estudio. - El rango de edad del viñedo de menos de 10 años es el de menor incidencia promedio, menos de 1,5%, presentado el resto de los intervalos de edad incidencias mayores de 1,9% en ambos años de estudio. - El sistema de conducción en vaso, con densiFoto 5. Antonio Ramos, Ingeniero Agrónomo de ISAGRO España. Foto 6. Ignacio Sánchez, Dr. Ingeniero Agrónomo, Delegado Comercial de Agrichem Bio en la zona Noroeste. Foto 7. Álvaro Catalina, Técnico del Departamento de I+D+i de Matarromera.
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