nº 281 70 REMOLACHA, UN CULTIVO CON FUTURO I JORNADA TÉCNICA tiene un mayor potencial y qué parámetros serían más determinantes en esta clasificación: suelo, tipo de riego, proximidad a fábrica…? S.S.- Como ya he comentado antes, el cultivo tiene potencial en todas las zonas de regadío que están en el ámbito de influencia de las fábricas. Aunque explotaciones no tan próximas pueden ser también igual de eficientes en materia de costes o en rendimientos que las explotaciones cercanas a las fábricas, porque el riego superficial es más barato pero puede estar sujeto a limitaciones que el riego subterráneo no tiene, con el consiguiente impacto en los rendimientos. Del mismo modo, hay suelos más difíciles de gestionar en el arranque y carga pero que son muy productivos, así como otros que son fáciles pero menos productivos. En definitiva, con un buen manejo del cultivo, todas las explotaciones de regadío son potencialmente buenas para la remolacha. TI.- ¿Qué balance puede hacer de la contratación para la campaña 19/20 en el sur, la primera sin cuotas de producción en Andalucía? ¿Qué previsiones de superficie final manejan en estos momentos? S.S.- En el sur manejamos una previsión de siembras superior a las 7.000 hectáreas. Estamos muy satisfechos con la respuesta de los agricultores del sur a nuestro nuevo modelo de contratación. Creo que se han despejado ya las dudas sobre la sostenibilidad del sector tras la crisis motivada por la desaparición de las cuotas, y el agricultor ve claro que la remolacha es un cultivo interesante y de futuro en la zona. TI.- ¿Cuáles son las condiciones actuales de contratación en secano y regadío, respectivamente, en la zona sur? ¿Cree que hay margen para seguir aumentando la superficie de cultivo en los próximos años en Andalucía? ¿La capacidad de la azucarera de Guadalete es un condicionante? S.S.- En secano tenemos un modelo de cultivo compartido muy interesante tanto para el agricultor como para nosotros. Hemos contratado este año con este modelo unas 3.000 hectáreas. El secano nos permite adelantar la campaña en el sur, cosechando esta remolacha antes de comenzar con la remolacha de regadío. Con una siembra temprana y una buena gestión del cultivo a través de nuestros técnicos de campo, las producciones son altamente interesantes y los costes muy eficientes. En el caso del regadío, ofrecemos varias opciones de contratación. Tenemos un modelo anual de precio base más complemento vinculado al precio del azúcar; otro modelo plurianual de precio base más un complemento vinculado al precio del azúcar más atractivo; un modelo de precio base más entrega de la semilla y, finalmente, un modelo de precio base más un descuento fijo de tierras y una aportación para contribuir al coste del arranque. Tenemos intención de seguir creciendo. En el sur contamos con la posibilidad de diversificar el cultivo entre las zonas de secano, las de riego a pie y las zonas de riego por aspersión. Todas son interesantes y complementarias entre sí. Además, la fábrica no es ninguna limitación para alcanzar la cifra de las 10.000 hectáreas y, si creciésemos por encima de esa cifra, se realizarían las inversiones necesarias para poder adaptar la fábrica a una mayor superficie. El mercado del azúcar en España es deficitario y, por tanto, hay mucho margen de crecimiento. TI.- ¿Por qué la remolacha en el sur no puede cultivarse dentro del mismo calendario que sigue la zona norte? ¿Supondría en algún caso una ventaja modificar las fechas de siembra y recolección en el sur? S.S.- El hecho de que la remolacha en el sur sea un cultivo de invierno y no de verano, lejos de ser una desventaja, es una ventaja competitiva muy importante. Producimos azúcar en la época en la que en el resto de Europa no se produce, por lo que de cara a garantizar el abastecimiento a nuestros clientes de azúcar es una gran ventaja. Por otro lado, al ser un cultivo de invierno, aprovecha las lluvias del otoño y del invierno y se evita el uso intensivo del riego en verano. Es por tanto un cultivo medioambientalmente sostenible porque sus necesidades hídricas son menores que las de los cultivos que se siembran en primavera. TI.- ¿Qué va a pasar con el AMI? ¿Cuáles son los principales puntos de desencuentro –si los hubiera- entre industria y sector productor? ¿Hasta dónde está dispuesta a ceder en estas negociaciones y cuál sería el calendario a seguir? S.S.- Vamos a negociar un AMI que incorpore mejoras respecto al anterior. Hay desarrollos tecnológicos y eficiencias que se pueden conseguir en favor del agricultor y del sector en su conjunto. Por ejemplo, en la forma de entregar la remolacha en fábrica, en el cálculo del descuento de tierras, en la forma en la que se audita el laboratorio… Nuestra intención es negociar con las organizaciones agrarias estas mejoras, después de haber recabado la opinión de los agricultores mediante un procedimiento de consulta y de realizar también un análisis comparado de los AMIs que se aplican en otros países para sumar aquellos aspectos que aporten mejoras. Estimamos que estaremos en disposición de empezar a trabajar conjuntamente en este nuevo AMI a principios del próximo año, una vez hayamos finalizado el procedimiento de consulta. Confío en que no tendremos puntos de desencuentro importantes con las organizaciones agrarias, porque lo que vamos a proponer va a ser beneficioso para los agricultores y, por supuesto, cualquier idea de mejora que ellos planteen la estudiaremos e incorporaremos si es beneficiosa para el sector en su conjunto. TI.- ¿Cree que dentro del AMI sigue siendo razonable
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