TE281 - Tierras Agricultura

nº 281 50 NUEVOS RETOS PRODUCTIVOS PARA LA HORTICULTURA AL AIRE LIBRE VII CONGRESO y retenida en el suelo humedecido a capacidad de campo, en procesos hidrotermales. Esta acción combinada de calor y vapor consigue el debilitamiento o merma de las poblaciones de patógenos del suelo. Por combinación de las técnicas anteriores se produce la biosolarización. La incorporación de materia orgánica en descomposición, humedad, cubierta de lámina plástica y exposición a la radiación solar, potencia que los patógenos del suelo sean debilitados y parcialmente eliminados por la acción simultánea del calor, volátiles biotóxicos y condiciones de anaerobiosis. En la actualidad, los materiales agrotextiles y plásticos, menos densos, de mayor resistencia al rasgado, diferentes colores y transparencias, permeabilidad total o parcial a los gases generados; junto a la moderna maquinaria de colocación y retirada, favorecen la práctica de estas técnicas, así como de la agroplasticultura (Figura 5). 4.- INJERTO (EN HORTÍCOLAS) Aunque en plantas leñosas el injerto puede emplearse también para una rápida reconversión varietal y clonación de caracteres varietales, en planta hortícola el objetivo es la lucha contra determinadas condiciones del suelo (salinidad, pH, encharcamiento…) o patógenos del suelo ya establecidos, normalmente hongos y nematodos, aunque también la combinación de factores asociada a la reiteración del mismo tipo de cultivo, denominada comúnmente “cansancio del suelo”. El portainjerto o patrón resistente evita el contacto de la variedad sensible con el agente patógeno, y permanece sano mientras proporciona alimento y vigor a la variedad sobre él injertada. Está generalizado el injerto de plántula de sandía sobre calabaza resistente a fusariosis. También se emplea con éxito el injerto en tomate que, al aumentar su vigor, Figura 4. Tipos y ejemplos de control biotecnológico (II). Figura 5. Protección de cultivos mediante agroplasticultura (Fuente: Tragsamedia). permite reducir a la mitad el número de plantas por invernadero (Figura 6). En berenjena, el injerto aporta uniformidad en el cuajado y coloración del fruto, cuando podrían alterarlos las condiciones de bajas temperaturas. En determinados suelos, la reiteración del cultivo impide nuevas plantaciones de pimiento, salvo el uso de injerto. En las últimas campañas está aumentando la demanda de planta de pepino injertado, para cultivo bajo abrigo. Ya se comercializan robots que, en hortícolas, realizan

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