TE281 - Tierras Agricultura

nº 281 33 NUEVOS RETOS PRODUCTIVOS PARA LA HORTICULTURA AL AIRE LIBRE VII CONGRESO patata con una fecha de siembra (finales de Abril) y con una duración de ciclo de cultivo determinado (fin del cultivo en la segunda semana de Octubre), para realizar el cálculo de las necesidades hídricas del cultivo y del riego a aplicar. Se realizan dos supuestos: en el primero se muestra un año promedio (Figura 8) y en el segundo hace referencia a este año 2019 (Figura 9), con esto podremos observar las diferencias existentes entre ambos planteamientos en cuanto al planeamiento del riego en un año y en otro. Si caracterizamos el cultivo de patata en el año medio, para una siembra durante la última semana de Abril y el fin del cultivo para la segunda semana de Octubre, utilizando los datos de la estación de Tardajos (Burgos), el consumo será de 6.600 m3/ha., con una precipitación efectiva acumulada a lo largo del ciclo de unos 89 mm. Ello nos indica que las necesidades de riego a cubrir para el cultivo de la patata son de unos 5.700 m3/ha. Por el contrario, si hacemos la misma simulación para el año 2019, es decir un supuesto de un cultivo de patata con igual fecha de siembra (finales de Abril) y fin de cultivo (segunda semana de Octubre), radicado el cultivo en los alrededores de la estación de Tardajos (Burgos), obtenemos datos sensiblemente distintos al caso anterior que nos mostraba un año medio. En principio el consumo hídrico del cultivo sería de unos 6.650 m3/ha. en la totalidad del ciclo, lo cual no es mucho mayor que lo reflejado en el año medio. En cuanto a las precipitaciones efectivas acumuladas a lo largo del ciclo nos encontramos con la escasa cantidad de 46 mm., aproximadamente la mitad de un año medio. En cuanto a las necesidades hídricas que se deberán de cubrir mediante riego, serán de unos aproximadamente 6.200 m3/ha. Comparando ambos supuestos, si observamos las necesidades hídricas del cultivo vemos que las del año 2019 son un poco superiores a las de un año normal, pero no excesivamente, esto quiere decir que la evapotranspiración del cultivo fruto directo de las condiciones climáticas que ha sufrido el mismo a lo largo de su ciclo en un cómputo global no han diferido mucho de un año medio. Pero si analizamos el apartado del riego a aportar se observa como este año 2019 la cantidad a aportar es mayor que la de un año medio, supone un aporte aproximado de un 9% más de agua de riego al cultivo, debido a las escasas precipitaciones registradas a lo largo del cultivo en este año 2019, siendo estas de unos 46 mm., aproximadamente la mitad de un año normal. T 281A033

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