TE281 - Tierras Agricultura

nº 281 15 NUEVOS RETOS PRODUCTIVOS PARA LA HORTICULTURA AL AIRE LIBRE VII CONGRESO fundidades y un pluviómetro para detectar los aportes de agua (lluvia o riego). Estos sensores están midiendo de forma continua y van conectados a un registrador de datos (datalogger), que almacena los datos y los envía a un servidor, de forma que se puede conocer el contenido de humedad del suelo de la parcela desde cualquier ordenador con conexión a internet. En cultivos hortícolas, los tres sensores se instalan, a 15, 30 y 40 cm de profundidad. Los dos primeros, situados a 15 y 30 cm de profundidad, miden el contenido volumétrico de agua en la zona de mayor actividad radicular. El tercer sensor, colocado a 40 cm de profundidad mide el contenido de humedad fuera de la zona de influencia de las raíces. Si este sensor detecta un aumento de humedad, se puede actuar sobre la programación de riego, reduciendo la dosis aportada, con lo cual se evitará la pérdida de agua por drenaje y con ello se evita también la contaminación por lixiviado de nutrientes. 3.2- Elección de la ubicación del punto de monitorización Es importante la elección de la ubicación de los sensores. Para obtener la información más adecuada para el manejo del riego, se debe elegir un punto representativo, es decir, cuyas características sean las que predominen en el sector de riego. Por ejemplo, en un sector de 5 ha de terreno arcilloso, con un corro de 0,5 ha de terreno arenoso, nunca elegiremos el corro arenoso, habrá que instalar en el tipo de terreno mayoritario en la parcela. Para hacer esta elección, hay que basarse principalmente en el conocimiento de la parcela del propio agricultor, en la observación visual, y de forma más precisa, esta decisión se puede apoyar en tecnologías como las imágenes de satélite, obteniendo un mapa de zonas de la parcela (Figura 3). 3.3- Instalación en campo A la hora de instalar los equipos en campo, lo más importante es que los sensores estén en íntimo contacto con el suelo. Hay que evitar que queden bolsas de aire y que entren en contacto con piedras, tratando de alterar lo menos posible el terreno. 3.4- Manejo del riego tras la instalación Tras realizar la instalación de los sensores, el manejo del riego se debe realizar de la forma habitual. Generalmente, después de uno o dos riegos, se pueden establecer los valores de referencia para determinar el porcentaje de agua disponible para la planta en cada momento. 3.5- Interpretación de las medidas Debido a la heterogeneidad del suelo, es de gran utilidad, pasar los valores de contenido volumétrico de agua, cuyos valores toman diferente significado dependiendo de la textura, a valores de AGUA DISPONIBLE PARA LA PLANTA (ADP). Para ello, se debe determinar los valores de Capacidad de campo y Punto de marchitez. - CAPACIDAD DE CAMPO (CC). Es el contenido de agua en el que se estabiliza un suelo sin restricciones de drenaje después de ser humedecido. - PUNTO DE MARCHITEZ (PM). Situación en la que las raíces de las plantas son capaces de extraer más agua. A partir del análisis de la información recogida por los sensores, se determina el valor de capacidad de campo (máxima cantidad de agua que el suelo puede almacenar) para cada profundidad y se establece también para cada profundidad, un valor de contenido de humedad para el Punto de Marchitez. A partir de estos parámetros se determina el Agua Disponible para la Planta (ADP), como la diferencia entre Capacidad de Campo y Punto de Marchitez. El porcentaje de Agua Disponible para la Planta que contiene el suelo en cada momento, y para cada profundidad, viene dado por la expresión recogida en la fórmula 1: donde, , es el contenido volumétrico de agua del suelo en un momento determinado (m3/m3). , es el contenido volumétrico de agua del Figura 2. Imagen de un punto de control para la monitorización de la humedad del suelo en cultivo de zanahoria.

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