TE280 - Tierras Agricultura

65 El portal online de innovación agraria www.laagriculturadigital.com Agricultura 280 / 2019 digital que está empezando a cambiar la forma de trabajar en el campo? ¿Todos los sectores avanzan a la misma velocidad? R.G.- La situación en España no es homogénea en todos los sectores en cuanto al grado de introducción de las herramientas digitales. Sin embargo, creo que no se trata de un problema de tipo económico ni de coste para el agricultor. Con las condiciones actuales, la mayor parte del sector agrario español puede acceder a las herramientas digitales sin que el coste suponga un obstáculo insalvable, con más o menos facilidad según el tipo de explotación o del sistema productivo que se trate. Por otro lado, en ciertos sectores es posible que se produzcan dificultades, pero en mi opinión se deben a barreras de tipo sociológico, de formación, rechazo al cambio, desconfianza… y porque se han observado casos de tecnología que no está enfocada hacia el usuario final que es el agricultor. El agricultor debe ser el núcleo dentro de este proceso de cambio, para que todos los que formamos parte de este sector podamos ayudarle a tomar las mejores decisiones. Todo lo demás es accesorio. La tecnología no es el fin sino el medio para alcanzar unos objetivos; cuando ocurre lo contrario se viven malas experiencias que generan rechazo entre los agricultores. TI.- La agricultura digital o de precisión ya se está utilizando en muchos casos… Pero ¿Es el paso de compartir los datos lo que todavía no está generalizado? R.G.- Esa es la clave de todo. La transformación digital no es otra cosa que cambiar las actitudes, es decir, tú ganas valor cuando compartes tus datos. Compartir datos es lo que va a ayudar a mejorar la capacidad de asesoramiento para la toma de decisiones, pero para lograrlo es necesario compartir información. Es probable que en algunos ámbitos exista un cierto rechazo… TI.- ¿De qué manera se puede beneficiar un agricultor por el hecho de compartir los datos de su explotación? R.G.- Permite, por ejemplo, afinar los sistemas predictivos debido a que cuanta más información tengamos sobre el comportamiento de los cultivos, seremos capaces de responder mejor y con mayor rapidez ante los problemas que se puedan producir. TI.- ¿Tienen más valor los datos que pueda aportar un agricultor anónimo que los que se manejan en los centros de investigación agraria? R.G.- Por supuesto. En los centros de investigación lo que tenemos son estudios y ensayos piloto que se desarrollan mediante comparativas, empleando testigos, etc. Pero la información de un agricultor que está trabajando en una parcela comercial y en condiciones reales tiene mucho valor. TI.- En todo caso, se está pidiendo una información por la que actualmente el agricultor no recibe una contrapartida que sea tangible… R.G.- Este es uno de los ámbitos que se tienen que regular. Se tiene que aclarar en cada momento quién tiene la propiedad real del dato, las normas de conducta en cada proceso… Actualmente este proceso de transformación digital está discutiéndose a nivel europeo pero que debe tener su encaje dentro de la legislación española. TI.- ¿Cómo están afrontando estos cambios los agrónomos y técnicos agrícolas? ¿Existe una necesidad de reciclar o adquirir nuevos conocimientos? R.G.- Esto ha pasado siempre, lo que ocurre es que ahora todo sucede de manera más rápida y los cambios se producen con una mayor intensidad. Lo estamos viendo en nuestra escuela, a la que están volviendo antiguos alumnos que en muchos casos son ya grandes profesionales pero que reclama a día de hoy ese complemento de formación que les permita desenvolverse mejor en este entorno

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx