TE280 - Tierras Agricultura

62 El portal online de innovación agraria www.laagriculturadigital.com Agricultura 280 / 2019 M.P.- Estas tecnologías demuestran el cambio de paradigma que ha afrontado la agricultura en estos últimos años, pasando de ser un sector poco accesible a la incorporación de nuevas tecnologías, a convertirse en un foco de innovación. Y es que hoy en día podemos encontrar trabajando en el campo máquinas y soluciones tecnológicas cuyo uso en otros ámbitos de la sociedad tiene aún mucho camino que recorrer. Estoy convencido que el próximo quinquenio verá la consolidación definitiva del uso de estos avances y la llegada de otros nuevos, que abrirán vías de desarrollo y de negocio aún por descubrir. Pero lo que es seguro es que la agricultura va a continuar avanzando en el camino de la innovación, como única opción viable para garantizar su rentabilidad y sostenibilidad en el tiempo. Sin duda también tendremos un consumidor más maduro que pondrá en valor los datos y las tecnologías usadas en la producción. TI.- Aunque puede parecer un panorama apocalíptico y aparentemente lejano, ¿Cree que vamos hacia una agricultura con muy pocos agricultores en activo y muchas más máquinas, veremos la desaparición de cultivos por no ser tecnológicamente asimilables, habrá macro-explotaciones que se servirán de máquinas autónomas para su gestión…? M.P.- En la última década se ha hablado mucho de la conveniencia de introducir la automatización y robótica en el campo al igual que se ha hecho en otros sectores productivos. Pero existen fundamentalmente dos razones que explican las diferencias entre un escenario industrial y el agrícola: a) El entorno de actuación de un robot agrícola no puede estar totalmente estructurado. b) En campo el producto sobre el que se actúa (mala hierba/cultivo/suelo) es el que está fijo y por tanto es el robot el que tiene que moverse de modo seguro, con el agravante de que el entorno es semiconocido y rápidamente cambiante. Creo que estas dificultades ralentizan la sustitución de agricultores/trabajadores del campo/técnicos por máquinas. Pero tenemos que estar preparados para que poco a poco los robots vayan incorporándose al sector, en primer lugar con modelos de pago por servicio que no dejen fuera a agricultores pequeños o modestos. TI.- ¿De qué forma estarían asimilando este cambio las empresas vinculadas al agro, como son los fabricantes de maquinaria, de agroquímicos, de semillas… en lo que atañe a sus estructuras internas y su forma de trabajar? M.P.- Todos observamos que el modelo productivo, en términos generales, está cambiando, quizás un poco más rápido en la sociedad que en el sector agroalimentario. Algunas de ellas han decidido apostar al 100% por la digitalización y otras lo irán haciendo poco a poco, dependiendo en muchos casos del tamaño, los productos que ofrecen, su capital, su modelo de negocio y sobre todo de su personal. Yo tengo claro que se debe perder el miedo a lo digital, y todas ellas lo harán, ayudará mucho el resolver retos reales con soluciones sencillas. En mi opinión uno de los mayores retos al que las empresas se enfrentan es su propio cambio cultural. La transformación digital a veces puede verse como una barrera desde el interior de la organización. Es fundamental que técnicos, responsables, etc. de las empresas agrícolas formen parte de este proceso de cambio y sean capaces de ver el fin último, esto ayudaría a avanzar más rápido,

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