nº 280 37 ‘LA GESTIÓN DEL VIÑEDO EN EL INVIERNO’ II JORNADA TÉCNICA Y DE CAMPO ofrece un cálculo cualitativo indicando valores entre los rangos de muy bajo a muy alto. Este valor tiene una base cuantitativa detrás, determinada por la distribución de los valores obtenidos para el total de muestras registradas. Por cada nutriente, el valor cuantitativo representa el balance asociado al potencial de los microrganismos para facilitar de forma natural nutrientes a la planta o bien competir con la planta por las formas asimilables de los nutrientes. Así, un índice alto para el Nitrógeno (N) indica que en el momento de la recogida de la muestra, el ciclo de nitrógeno está orientado en mayor medida a facilitar el acceso del nitrógeno a la planta (Figura 3). En el caso de los macronutrientes, el informe facilita no sólo el resultado global si no también, un resultado agregado de las rutas de competición, indirectas o de suplementación de nutrientes para las plantas. Una de las grandes ventajas de la empresa vallisoletana, como startup biotecnológico, es que cuenta con herramientas avanzadas de georreferenciación. La georreferenciación de índices microbiológicos y mediciones químicas permite agregar y realizar comparaciones entre diferentes parcelas. Esto no sólo facilita estrategias de fertilización en base a una zonificación específica, además permite monitorizar la evolución de los índices a través del tiempo, para entender si se ha realizado un cambio de manejo específico que pueda generar incertidumbre, o predecir cómo sería el caso de un cambio de manejo convencional a ecológico o biodinámico. Un ejemplo real de la aplicación de los índices funcionales en la práctica de manejo de viñedo es el caso de una gran empresa vitivinícola en diferentes valles de California. Esta empresa cubre una extensión de viñedo por encima de las 200 ha, es una explotación intensiva con fertirrigación con un problema muy concreto, es decir, pérdida importante de la calidad de la uva. Los resultados obtenidos mediante el análisis biológico-funcional de Biome Makers mostraron que, a pesar de las diferencias edáficas e incluso diferencias de biodiversidad, todos los viñedos analizados mostraban un patrón similar de movilización de nutrientes, en el cual el Nitrógeno estaba muy balanceado hacia la planta, demostrando perfectamente un gran aporte de nitrógeno asimilable para la planta. Hecho contrastado, puesto que el viñedo parece un perfecto vergel, pero también un bloqueo en las rutas del Fósforo (P) y el Potasio (K) que explican pérdidas de calidad y maduración de la uva. Además, resultó interesante un valor alto en la ruta del Zinc (Zn), elemento que se suele encontrar en gran abundancia en el suelo. Esta peculiaridad fue explicada por el uso de productos de control fúngico con base de Zn. Figura 3. Ciclo del Nitrógen. Figura 4. Perfil funcional de seis viñedos monitorizados en junio de 2018 y 2019.
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