nº 280 26 ‘LA GESTIÓN DEL VIÑEDO EN EL INVIERNO’ II JORNADA TÉCNICA Y DE CAMPO puede ver que, en los dos primeros muestreos, Fol1 (envero al 80% aproximadamente) y Fol2 (una semana después del anterior), el control y el ApMeJ coinciden, mientras que el MeJ convencional muestra un ligero incremento en la cantidad de fenoles. Este incremento es mucho más visible en el momento siguiente, en pre vendimia (15 días después de Fol2), donde se separa claramente la línea del MeJ, mientras que en este momento el Ap-MeJ incluso da valores inferiores. Sin embargo, es a partir de este punto de pre vendimia cuando se dispara la línea del Ap-MeJ hasta superar a los otros dos tratamientos en el momento de vendimia (8 días después), manteniéndose así hasta el final (post vendimia: 15 días después de la vendimia). En todo caso, si bien no se encuentran diferencias significativas entre los tres tratamientos, sí que se puede detectar una cantidad ligeramente más alta de fenoles totales en los dos tratamientos con jasmonato de metilo, un poco más destacada para el caso del jasmonato de metilo en forma nano en vendimia y post vendimia. La acción del Ap-MeJ comienza más lentamente, mostrando un efecto más repentino de forma más tardía, ya casi en el momento de vendimia, mientras que el MeJ provoca desde el principio un aumento más paulatino de los fenoles totales en la uva. Respecto al segundo factor, los diferentes momentos de muestreo a lo largo de la maduración de la uva, y para los dos parámetros que nos ocupan, ºBrix y fenoles totales, solamente se aprecian diferencias significativas en el momento de pre vendimia para el parámetro fenoles totales, como se puede observar en la Figura 2. Estas diferencias se han señalado en la Figura 2 con un asterisco acompañado de las letras mayúsculas A, B, A, indicando que, para el momento de pre vendimia, el tratamiento de MeJ convencional es significativamente superior al de Ap-MeJ y al control. Otro parámetro importante en enología es el contenido del nitrógeno fácilmente asimilable (NFA) que presentan las uvas. La evolución del contenido en nitrógeno fue similar para los tres tratamientos (Figura 3), teniendo lugar un aumento desde la segunda aplicación (Fol2) hasta el momento de vendimia y disminuyendo posteriormente. Cabe destacar que los dos tratamientos aplicados en el viñedo incrementaron el contenido de NFA en las uvas, habiendo diferencias significativas respecto al control prácticamente desde el inicio del periodo de estudio, haciendo que el contenido de NFA en las uvas procedentes del tratamiento con MeJ, tanto en forma nano como de manera convencional, estuviera claramente por encima de 140-150 mg N/L, concentración necesaria para el correcto desarrollo de la fermentación alcohólica (Bell y Henschke, 2005; PérezÁlvarez et al., 2017). Además, los aminoácidos son precursores de los principales compuestos volátiles fermentativos (Rubio-Bretón et al., 2018), por lo que podrían contribuir a la calidad aromática de los vinos. Figura 2. Contenido de fenoles totales de las uvas a lo largo de su maduración para los tres tratamientos llevados a cabo en el viñedo: control, aplicación de jasmonato de metilo (MeJ) y de jasmonato de metilo soportado en nanoapatito (Ap-MeJ). Los datos se muestran como media de las tres réplicas dispuestas en el viñedo (n = 3).
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