57 SOSTENIBILIDAD resulta muy económica. Sin embargo, hay empresas, como es el caso de Volkswagen, que descubren la fabricación aditiva no sólo como algo innovador, sino también como una tecnología sostenible. “La tendencia será dejar los procesos de fabricación tradicional para producir vehículos utilitarios, estándar de gama media-baja, y utilizar la impresión 3D para producir vehículos premium, con extras y complementos adicionales fabricados en aditiva”, reflexiona el responsable de Desarrollo de Aplicaciones de Fabricación Aditiva para España y Portugal de HP. Sin embargo, todavía hay muchas compañías del sector que se resisten a incorporar la fabricación aditiva en sus procesos de producción, precisamente por el problema de homologación para el reemplazo de ciertos componentes cuando el producto llega a su final de vida. Fabricantes como HP llevan años intentando homologar el proceso de fabricación de los automóviles y los materiales para que los vehículos incorporen piezas certificadas. “De esta manera, cuando ese producto llegue a su fin de vida, dentro de unos 10 años, se puedan hacer reemplazos de piezas con impresión 3D. Así, se reduciría la huella de carbono y se podría dar a los vehículos un ciclo de vida mayor”, explica el ingeniero de HP. Confiar en la impresión 3D es, por tanto, una ventaja competitiva para las compañías del sector de automoción: rompen por completo la cadena de suministro al poder fabricar de manera deslocalizada; no necesitan estocar millones de piezas que no saben si necesitarán en un almacén para luego enviarlas o destruirlas. En resumen, reducción de costes y sostenibilidad. El sector sanitario es otro con gran potencial para la fabricación aditiva, porque esta tecnología permite algo esencial para esta área de negocio: la personalización. Dentro de este sector se deberían distinguir varios verticales: el área dental, que lleva utilizando impresión 3D desde hace años; la ortopedia, que también ha descubierto en la aditiva una tecnología aliada; y la cirugía. Dice Romero que, en términos de sostenibilidad, “la gran diferencia que podría aportar una tecnología como la Jet Fusion es precisamente el respeto por el medio ambiente”. Hoy en día no se tiene en cuenta la sostenibilidad: con qué materiales se procesa, son estos materiales sostenibles o no, qué impacto positivo o negativo tiene su uso. En estos momentos, en los que se ha comprobado que la impresión 3D se adapta a la perfección a las necesidades del sector dental se debería dar un paso más y usar métodos que sí sean sostenibles, con materiales reciclables. La impresión 3D “ayuda a reducir la huella de carbono al promover la fabricación deslocalizada, influye positivamente en la logística de las empresas al poder desarrollar y producir las aplicaciones in situ, y logra ahorrar en transporte disminuyendo, por tanto, las emisiones de gases nocivos a la atmósfera”, recuerda Mora, “no genera stock, lo que también supone un importante ahorro energético y de espacio de almacenamiento; y reduce costes, tanto a nivel económico como medioambiental”, añade. Es hora de poner el foco también en los materiales que utiliza esta tecnología, para convertirla en la referente en sostenibilidad que está llamada a ser. Y fabricantes como HP ya están trabajando en ello. ww Foto: Nivellipso.
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